viernes. 19.04.2024

1.- Este periódico publicó el domingo la fotografía de una ballena calderón macho llevando en su boca una cría muerta. Los estudios científicos dicen que es común que la hembra, cuando pierde a una cría, la transporte en su boca muchos días, hasta que prácticamente se hace jirones. Pero se ignoraba que el macho tuviera también esa sensibilidad. Imaginamos el dolor de los cetáceos al perder un hijo; posiblemente un dolor tan grande como el de los humanos. Y su desesperación terrible a causa de la muerte de un ser querido, que les hace llevar el cadáver consigo hasta que se deshace en el mar, con el paso del tiempo. Durante esos días, los padres no ingieren alimentos y pasean su sufrimiento entre las aguas, llorando esa desgracia, pero obligados a estar con ella hasta que la propia Naturaleza destruye la cría inerte.

2.- Hace años tuve la oportunidad de visitar la colonia de ballenas calderón que habita en aguas del Sur de Tenerife. Si no recuerdo mal me acompañaban, o yo los acompañaba a ellos, Wolfgang Kiessling , propietario del Loro Parque, y mi gran amigo, ya fallecido, Pedro Duque , con sus familias. En un momento dado, Kiessling, sin miedo alguno, se lanzó al agua y nadó entre las ballenas que, lejos de hacerle daño, jugaban con él. Yo fui incapaz de tirarme al agua, pero estuve a punto, porque vi en aquellos cetáceos mucha cordialidad. En otras ocasiones he podido acariciar a los delfines del Loro Parque. Parece increíble que haya gente por ese mundo que los mate. Estos peces tienen mucho de humanos. Ríen, juegan, son una ayuda para los niños autistas, sufren como los seres humanos. Este parque es un orgullo para la isla de Tenerife y para el mundo entero.

3.- Confieso que me conmovió la estampa del macho calderón con la cría en su boca. Como me conmueve ver a orcas, delfines, tiburones, leones de mar y pingüinos evolucionar por las instalaciones del Loro Parque, sin temor a que los depreden. ¿Dónde viven más tranquilos, en un mar lleno de peligros o en un parque de ensueño, en una enorme jaula de oro donde son bien tratados, alimentados y cuidados si se encuentran enfermos? La foto es una viva estampa de que los animales también tienen alma. Ya no sé si el alma de ellos pesa 21 gramos o si es todavía más consistente que la de los humanos. Pero alma sí que tienen.

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Una hermosa estampa
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