jueves. 28.03.2024

A comienzos de este siglo, en Lanzarote, la actividad en el sector de la construcción alcanza límites inimaginables, los datos de consumo de cemento se disparan, hoteles, complejos de alojamiento, turísticos y residenciales, crecen y cambian vertiginosamente la morfología de la Isla. El “efecto llamada” de mano de obra procedente de otras comunidades, de la unión europea y de países extracomunitarios es evidente, las escasas infraestructuras educativas existentes se ven desbordadas ante el nuevo escenario, la fuerte demanda de plazas educativas imposibilita una planificación racional, la escolarización sobrevenida supera ampliamente a la escolarización de crecimiento natural.

En el año 2005 la situación de la escolarización en Lanzarote era “extremadamente grave”, solo ese año, se incorporaron más de 1.186 nuevos alumnos. La isla se colocó a la cabeza de Canarias en términos porcentuales de crecimiento escolar y el censo de alumnos superó ampliamente los veinte mil (20.909). La zona de Argana y Maneje experimenta una significativa expansión, el único centro existente en la zona, el “CEIP Argana Alta”, sufre varias ampliaciones e incluso se tiene que recurrir a poner aulario modular extraordinario para dar respuesta a la demanda de puestos escolares.

La Consejería ordenó la máxima prioridad a la búsqueda de soluciones y a dar respuesta de la manera más inmediata. A inicios de ese año se mantienen reuniones con la totalidad de la comunidad educativa del “CEIP Argana Alta” y se inician los contactos con el Ayuntamiento de Arrecife encaminados a localizar un suelo apto para la construcción de un centro en esta zona. Los contactos se extienden al Cabildo, una vez detectada que la única parcela de suelo disponible era de titularidad de la primera corporación insular, un solar de 10.000 metros2 entre las calles Santiago Alemán y Torriani. Se inician los trámites administrativos de “puesta a disposición”, cargados de dificultades por la inestabilidad política que había en aquella institución.

El Consejo de Gobierno, mientras, a instancias de la Consejería de Educación y por la vía de urgencia, ante el grave problema de escolarización, opta por habilitar una partida extraordinaria para construir un “CENTRO INDUSTRIALIZADO”de dos alturas con las calidades y los espacios exigidos para un edificio educativo con capacidad para casi 700 alumnos, distribuidos en seis unidades de infantil, doce de Primaria, ocho unidades de la ESO y otras dependencias complementarias exigidas por normativa, por un importe de más de cuatro millones y medio de euros. El encargo del proyecto y de la construcción de los módulos se ejecuta simultáneamente y se fija en cuatro meses el tiempo de cimentación, traslado y ensamblaje de las piezas.

En Marzo de 2006 se presenta en el salón de actos del colegio de Argana Alta una pequeña maqueta y planos del nuevo centro ante unos padres expectantes e incrédulos. A finales de abril, se efectúa el acta de replanteo y se inician los trabajos de excavación; se viven momentos de tensión, toda vez que la propiedad colindante a la parcela del centro interrumpe los trabajos y realiza un amago de poner un interdicto de paralización de las obras. El intento fue impedido gracias a la intervención de la Oficina Técnica del Cabildo y del propio Sr Secretario de la corporación. Aquí quiero significar el apoyo masivo e incondicional de los padres al ver peligrar los plazos de ejecución de la obra.

Una vez concluidos los trabajos de obra civil y cimentación, comienzan en junio a llegar los módulos procedentes de la planta de construcción en Sevilla. Cada sector que se va terminando no está falto de curiosidad por la espectacularidad de los armazones y la rápida progresión espacial del edificio. Una huelga en una de las subcontratas retrasa los tiempos de entrega y el verano se consume con la obra a un 70%, más otros detalles de acabados.

Para la elección del Director, hubo que recurrir a los consejos de la directora del Colegio Costa Teguise, a la que, un año antes, le había tocado igual “misión”. Convencido José Antonio Rodríguez González, para la dirección y puesta en funcionamiento del nuevo centro, y que resultó ser una elección oportuna y eficiente, con su ayuda, se procede a efectuar la zonificación provisional del barrio, se decide comenzar la actividad en el centro con solo 6 unidades (3 grupos de Infantil y 3 grupos mixtos de 1.º a 6.º nivel); se acuerda también que durante el primer año de funcionamiento se ocupe solo el aulario destinado a Educación Infantil y que se aísle del centro principal para darle independencia a las obras que tenían que continuar.

Los alumnos inician el curso escolar 2006-2007 de forma provisional y durante el primer mes en el CEIP “Argana Alta” y a finales de octubre se vienen “de estreno” al CEO con agua y luz de obra, una fotocopiadora prestada, un móvil y la mejor predisposición, voluntad e ilusión de toda una comunidad educativa que inicia su actividad.

Desde entonces, en el CEO, ha incrementado el número de alumnos y el de proyectos de innovación y mejora; prueba de ello, apenas a dos cursos de su puesta en funcionamiento recibía en el Congreso de los Diputados un premio a los “Derechos Humanos” y el “Crea Arte” del Ministerio de Cultura, dotado con más de veinte mil euros. Nunca las características del edificio han condicionado para nada su buen funcionamiento y su destacado papel dentro del tejido social de este importante barrio de Arrecife.

Felicidades a toda la comunidad educativa del CEO de Argana por su décimo aniversario y mis mejores deseos para que continúe cosechando éxitos educativos para el barrio y para Canarias.

PD

A este último centro construido en Arrecife, solo echo en falta dos aspectos prometidos hace diez años: la plantación de arganos en el contorno de la tapia del centro y la prolongación de la calle Santiago Alemán hacia la Calle de la Z.

X aniversario del Centro de Educación Obligatoria (CEO) de Argana-Arrecife
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