jueves. 18.04.2024

Se veía venir. Lo que ha hecho Coalición Canaria (CC) este viernes era una crónica de una muerte anunciada de manual. Se ha hecho esperar, pero la patada en el culo a los consejeros del Partido Socialista (PSOE) y a su flamante lideresa de presente y de futuro, Patricia Hernández, -Dolores Corujo dios mediante- era cuestión de días.

Todavía, no sé si por la ingesta de turrón y polvorones, no acabo de comprender muy bien por qué los socialistas, tan acostumbrados en los últimos meses a tragar con sapos y culebras en Canarias, han decidido pegarse un tiro en el pie. Porque lo que hicieron el viernes fue pegarse un tiro en el pie. O es que alguno de sus sesudos estrategas creía que Fernando Clavijo iba a tragar con otra renuncia a aprobar de una puñetera vez el reparto del dinero que dejó Montoro en forma de maldición -este jodío parece que tenía calculado que sus 160 millones de euros al año terminarían con la alianza- o realmente lo hicieron a propósito. Y si lo hicieron a propósito, está claro que hay un propósito detrás.

La única razón que se me pasa por la cabeza después de tanto cava para que los socialistas se hayan suicidado políticamente es que tienen un acuerdo para plantarle una moción de censura a Clavijo en todo el hocico. De lo contrario, ¿qué puñetas están haciendo? ¿Puede Patricia Hernández aspirar a ser la "lideresa" de los socialistas canarios habiéndoles mandado a la mayoría de los que votan al paro? Complicado, muy complicado. En política, el 99,9 por ciento de los que entran en los partidos no están si no hay algo de lo suyo. De lo de los demás que se ocupen otros. La política es una fábrica en la que muchos, la inmensa mayoría, trata de ocupar un puesto en función de su categoría profesional: ya sea de peón si no tiene estudios o ya sea de directivo si arrastra cierta formación académica.

Aquí el más listo de la clase fue el de siempre, Manolo Fajardo Palarea, Don Manuel para los camaradas de buena mesa y caro mantel. Este, que sabe más que los ratones coloraos, se fue antes de que lo fueran. Pero los demás, ¿que han hecho realmente si no cuentan con el apoyo del Partido Popular (PP)?

Parece mentira que el PP del rebotado Asier Antona se haya convertido con sólo doce parlamentarios en la llave de todas las cábalas. Pero en el PP parece que la cosa está clara: ni han querido molestar a CC ni por supuesto quieren molestar al PSOE, ahora que Mariano Rajoy necesita de sus votos o de sus abstenciones para sacar adelante los presupuestos del Estado.

¿Qué va a pasar ahora, qué van a hacer tantos socialistas en paro? Pues de momento buscar trabajo, digo yo. A la mayoría no les hará gracia eso de salir a la calle, con lo que me temo que estarán llamando una, dos y las veces que haga falta a los que mandan para que arreglen el desaguisado. La comodidad y el sueldo de la política no es comparable con ningún trabajo callejero.

No me digas que no se presentan unos días ciertamente interesantes. El pronóstico de casi todo bicho viviente es que Clavijo se va a mantener con un Gobierno en minoría hasta que pase febrero y el PP tenga todas las cosas claras. Lo de la cuestión de confianza que plantea el desesperado Román Rodríguez es una bobería a la altura del bobo que no es Román. Lo de la moción de censura parece que no. Y lo del Gobierno con el PP así a las primeras de cambio pues tampoco. Entonces no queda otra que apostar por ese Ejecutivo en minoría.

¿Se puede gobernar una Comunidad Autónoma en minoría? Se puede. Ahora, tres años son muchos. Mi apuesta, aunque me equivoque como nos equivocaremos muchos, es que el PP se acabará sumando cuando se aprueben los presupuestos generales del Estado. Es un pronóstico facilón, pero es que no veo otro. Ahora también, los socialistas, si tienen sangre en las venas, no se quedarán quietos, y harán que alguna banca salte por los aires. Algún ayuntamiento peligra. Si fuera el alcalde de La Laguna o los concejales de CC en Arrecife, la verdad es que no estaría muy tranquilo en estos días.

¿Y qué van a hacer ahora tantos socialistas en paro?
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