Brotes verdes para la industria turística de Lanzarote
Aunque todavía es muy pronto para lanzar las campanas al vuelo, viendo sobre todo que en este mundo de pandemias es arriesgado aventurar pronósticos, lo cierto es que este fin de semana, el primero sin la existencia oficial de un estado de alarma en España, ha traído la aparición de unos pequeños brotes verdes para el turismo de Lanzarote.
En el primer lugar donde se han visto esos brotes, esas hojas de color intenso que anticipan la llegada de una enorme planta, es el aeropuerto César Manrique. Allí, después de más de un año de desolador panorama, se ha disfrutado de un tránsito de pasajeros que puede hacer pensar incluso al más pesimista que estamos delante del principio del fin, delante de la llegada de la ansiada recuperación de un sector que es clave para mover la economía local.
Han sido varios los lectores de este diario que se han alegrado por lo que han visto y que han enviado sus imágenes. La más curiosa es la del panel en el que se reflejaban los vuelos del sábado. Ya no era un Madrid, Gran Canaria, Tenerife… La cosa ha cambiado hasta el punto de que de pronto ha aparecido Bolonia, Zurich, Valencia, Santiago, Frankfurt, Hannover, Dusseldorf, Munich, Bruselas, Parías y Barcelona. Nada que ver con otros tiempos pero desde luego el principio de una hermosa amistad entre Lanzarote y los amigos de toda la vida.
A la gente le llamó la atención, como es lógico, la llegada de vuelos procedentes de distintas ciudades alemanas, donde no existe la obligación de pasar por una cuarentena si visitas Canarias. No así del Reino Unido, todavía dándole vueltas a la idea de enviar o no enviar turistas ya vacunados a lugares que en teoría siguen estando en su lista de riesgo.
Esta semana, en la que se celebra en Madrid la Feria Internacional de Turismo (FITUR) más rara de su historia, va a ser clave para determinar qué pasa con el turismo británico, aunque todo el mundo, incluyendo al optimista presidente de la Comunidad Autónoma, el socialista Ángel Víctor Torres, barrunta que la Pérfida Albión no tendrá problema a la hora de entender que sus habitantes pueden y deben venir a disfrutar de los encantos que ofrece el Archipiélago, siendo como es un territorio de menor riesgo que otras zonas del país como la costa Mediterránea.
Antes de FITUR, el propio Torres ha estado este sábado en Lanzarote en la presentación de algo que dicen los organizadores que es una prueba piloto para ser el primer destino turístico seguro del mundo. Cosas que mucha gente no entenderá cuando ya hay otros destinos turísticos a los que va la gente sin necesidad de hacer ningún tipo de prueba de este tipo. Sea como sea, fue en el hotel Melía de Costa Teguise, donde no acudió el alcalde de la localidad, Oswaldo Betancort, tal vez porque no pertenece ni al Partido Socialista (PSOE) ni al Partido Popular (PP), que son los que gobiernan la cosa, donde Torres lanzó todo tipo de mensajes positivos respecto a la posibilidad de que esta semana se dé el pistoletazo de salida a la llegada masiva del turismo que con tanto fervor se espera. En el empresariado la cosa no parece estar tan clara, sobre todo por el ritmo de vacunación que llevamos en España y por la incertidumbre que siempre genera nuestra clase política. De hecho, como ya anticipó en este mismo medio la presidenta de la Federación de Empresarios Turísticos, Susana Pérez, hay establecimientos que no saben si van a abrir no ahora en plena primavera, sino en el verano.
El caso es que en el aeropuerto de Guacimeta se han visto este fin de semana los primeros turistas. Taxistas, conductores de guagua, guías y otras personas que se dedican directamente a la atención de nuestros visitantes han empezado a trabajar. Es una noticia positiva que no debe pasar desapercibida, a la espera de que llegue un milagro que transforme la miseria del último año y medio en algo parecido a lo que disfrutábamos antes de que conociéramos bien la palabra coronavirus.