Suben los alquileres
El Ministerio de Economía y Hacienda acaba de dar a conocer la cifra de viviendas en alquiler no declaradas que hay en toda España. Sólo en Canarias el número asciende a 64.877, es decir, el 70% de todos los alquileres. Esto supone un índice de economía sumergida lo suficientemente importante como para que el Fisco haya decidido poner manos en el asunto.
En opinión de Jerónimo Barrera, delegado de Ausbanc en Las Palmas, esto es un fraude que supone 144 millones de euros en las Islas, lo que no es un juego. Barrera es consciente de que muchos contratos de alquiler que se estaban haciendo hasta hace poco en Canarias sólo se sustentaban en un trato verbal como una forma de evadir impuestos porque “todavía no somos conscientes de que tenemos que ser solidarios ya que todo lo que vaya a parar a la Hacienda pública repercute de forma directa sobre el bienestar social”.
El responsable del a Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios aprovecha por tanto para recomendar a todos los posibles infractores que declaren sus alquileres porque el fraude ya está localizado ya que el engaño es fácilmente detectable si no se refleja en la declaración de la renta. Y aunque el foco de atención de estas irregularidades parece centrado en las viviendas que se ceden temporalmente en las zonas costeras, también hay que incluir los inmuebles ocupados por inmigrantes o estudiantes. Aún así, Barrera tampoco quiere ser catastrofista y ver en esta actitud ilícita de algunas personas un gran fraude o un sistema de blanqueo de capitales.
Pero si el Gobierno debe perseguir este fraude, Barrera también pide una implicación por su parte a la hora de salvaguardar los intereses de los propietarios, que en muchas ocasiones no saben cómo echar de sus casas a personas que incumplen las reglas del contrato y que más que aportarles dinero, les están suponiendo una quiebra económica. “Encima de contribuir con sus impuestos, el inquilino no le paga, destroza la vivienda y encima no hay forma de que la Justicia le eche”, dice el delegado de Ausbanc que asegura que ya se está trabajando en reducir los 4 meses preceptivos que se necesitan hoy en día para iniciar los trámites de desalojo a 15 días y para que una vez que se dicte una sentencia, ésta se cumpla de inmediato.
El delegado de Ausbanc reconoce que existe por parte de los españoles la opinión de que defraudar a Hacienda no es algo malo, casi todo lo contrario, que el que lo consigue es una especie de Robin Hood que roba a los ricos para que se lo queden los pobres.
La vigilancia hacia este sector puede acabar con una práctica habitual, la de rebajar el precio del alquiler si no se efectúan recibos.
En cuanto a la posible repercusión en el descenso de alquileres, dice Barrera que hasta ahora las personas que pagaban una hipoteca tenían que desembolsar menos dinero al mes que los que estaban a renta, pero la tendencia ha cambiado. De hecho, con la subida de los tipos de internes se ha producido una nivelación entre ambos sistemas. Esto está provocando que, en opinión del responsable de Ausbanc, mucha gente no quiera complicarse la vida atándose a una hipoteca y viviendo de alquiler para tener más libertad de movimientos y poder marcharse de una ciudad a otra.
La culpa, de los consumidores
El Banco Central Europeo ha anunciado una nueva subida de los tipos de interés para controlar la inflación; lo que dicho en términos muy simples significa que para que los ciudadanos no nos gastemos tanto dinero, nos van a apretar las clavijas. Resulta cuando menos curioso, teniendo en cuenta que si la gente está desembolsando grandes cantidades de dinero es porque no le queda más remedio que afrontar las continuadas subidas de las hipotecas. Dice Barrera que “los sesudos analistas que están en el Banco Central Europeo dicen que están adoptando estas medidas para frenar una inflación que ellos mismos están generando”. De hecho, el delegado de Ausbanc culpa a esta entidad de que la gente cada vez esté más endeudada y de la proliferación de empresas de reunificación de créditos, a las que atribuye prácticas poco menos que criminales para el bolsillo de los consumidores, un sector que hasta ahora había gozado de total libertad para actuar a sus anchas sin ningún tipo de control por parte del Gobierno. Sin embargo dice que “se ha llegado un poco tarde porque el desaguisado ya está armado”.
Hipoteca “perversa”
Si ya algunas personas que están pagando hipotecas piensan que serán sus hijos quienes terminarán de afrontar su deuda con el banco, ya que muchos no creen llegar a vivir los 40 años o más a los que la han puesto, todavía existe una vuelca de tuerca más en el tema hipotecario. Se trata de la hipoteca inversa, que Barrera ha cambiado el nombre por “perversa”. Las personas mayores de 65 años tienen la posibilidad de solicitar este sistema por el que se tasa la casa y el banco va pagando una cantidad mensual a los propietarios hasta que se llega a la cantidad establecida y cuando los propietarios fallecen, se queda con el inmueble. Lo malo llega cuando se termina de pagar antes de que se mueran los propietarios porque estos se quedan sin casa y sin dinero y sus hijos no tienen ningún poder de reclamación, con el consiguiente beneficio de la entidad bancaria que siempre ganará con la plusvalía y con los intereses. Es decir, a estas personas más les vale morirse antes de saldar la deuda.
Obligación de alquilar segundas propiedades
Una de las ideas que planteó el Gobierno para ir dando salida a todas las viviendas que permanecen vacías en el país fue la de obligar a los propietarios a alquilar las segundas propiedades, algo que no convenció ni a propios ni a extraños, ni a Jerónimo Barrera. Dice que es un auténtico disparate y que no se puede obligar a nadie a alquilar un bien que es propiedad privada. Cree que sería una actitud dictatorial impropia de un estado de derecho. Además, se pregunta quién determina en esos casos el precio del alquiler, a quién hay que hacerle ese contrato de arrendamiento o si el Estado prevé medidas para compensar al dueño en caso de impago, algo que le parece poco probable.