El sindicato también solicita que se reconozcan como enfermedades profesionales determinados dolores generados en el trabajo

UGT pide que los inspectores de trabajo puedan actuar de oficio y no sólo con denuncias

Cada día se producen en Canarias 132 accidentes laborales y en 2006 hubo 26 fallecimientos

Según los datos aportados por el Ministerio de Trabajo, la siniestralidad laboral que tenemos ahora es la más baja de toda la democracia. Aunque el Gobierno atribuye esta mejoría a la toma de conciencia de empresarios, sindicatos, los órganos judiciales y el propio Estado, es obvio que buena parte de la reducción de los accidentes viene provocado por el descenso del ritmo de la construcción, sector que acapara el mayor número de fallecimientos en los puestos de trabajo.

Gregorio Guerra es el responsable del departamento de Metal y Construcción de UGT en la provincia de Las Palmas y asevera que “el hecho de que haya una disminución en las muertes en el trabajo va generando una cultura en la que tanto el empresariado, los agentes sociales como la propia Administración Pública estamos tomando conciencia de que la siniestralidad es un cáncer que nos afecta a todos”. Dice que “aunque haya una mejora, tenemos claro que es totalmente insuficiente y que hay que llegar a la siniestralidad cero, sobre todo en Canarias, donde tenemos unos índices altísimos de accidentes”.

También hay que tener en cuenta que aunque el número de fallecidos esté disminuyendo, el propio Gobierno reconoce que la cifra de accidentes, más o menos graves, está en aumento, con un repunte del 4,2%. En opinión de Guerra, “aquí se han registrado diariamente 132 accidentes sobre todo en el sector servicios y construcción”. Explica que “precisamente en los dos principales sectores laborales de Canarias, la construcción y los servicios, es donde más están aumentando los accidentes”. Asegura que “entre estos dos sectores copan el 88% de los percances que se registran en Canarias”.

26 muertos en Canarias en 2007

Dice el sindicalista que “efectivamente han bajado las muertes y el año pasado tuvimos 16 decesos en el puesto laboral más otros 10 casos de fallecimientos in itínere, es decir, en el trayecto de casa al trabajo o viceversa”. Reconoce que “como en el año 2006 fueron 49 los muertos, ha habido un descenso importante pero no se puede bajar la guardia”. Dice que “tenemos que quedarnos con el dato de que 132 personas tienen accidentes graves en Canarias y estamos hablando de mutilaciones y de cuestiones que pueden alejar a esos trabajadores de sus empleos para siempre”.

Parón en la construcción

En cuanto a la principal causa a la que atribuye el descenso de muertes, cree que “se debe más al parón que está habiendo en el sector de la construcción que a los controles”.

Opina que “la inspección que está habiendo en Lanzarote es totalmente precaria y no le estoy echando la culpa a los inspectores que hacen lo que pueden con sus recursos”. Explica que “sólo hay dos inspectores y otros dos subinspectores y estimamos que para una población laboral del tamaño que tiene Lanzarote, con este personal difícilmente se pueden comprobar los incumplimientos que hacen algunas empresas con respecto a las medidas de seguridad”. Asegura que “además, no actúan de oficio y tienen que basarse en una denuncia y entendemos que tenemos que dotar de los medios suficientes a los inspectores para que puedan actuar por su cuenta donde estimen que existe algún tipo de riesgo para la salud de los trabajadores y con todas las de la ley”.

Guerra manifiesta que “la mayor parte de las denuncias las presentan los trabajadores pero siempre teniendo en cuenta que dependen de su puesto de trabajo y que si denuncian a la empresa y ésta tiene que cerrar, ellos se van a ir a la calle”.

Desidia o carestía

Piensa el responsable de la sección de Metal y Construcción de UGT que “cuando no se ponen estas medidas de seguridad se hace para abaratar costes y tenemos claro que las empresas grandes, adjudicatarias de obras, sí valoran estas medidas de seguridad y son conscientes de la importancia de las medidas preventivas pero donde está el verdadero problema es en las subcontratas, que para ofrecer un mejor precio, prefieren ahorrarse estos costes”.

En cuanto a las bajas laborales producidas en España, este año, por primera vez, no han supuesto un aumento del coste para la Seguridad Social, según el secretario de Estado para esta materia. En este sentido, Guerra pide que “se reconozcan como enfermedades profesionales algunos trastornos como determinados dolores musculares y de huesos, sobre todo el la espalda, que se generan debido a la trayectoria del trabajador en su puesto y que ahora se están derivando como enfermedades corrientes a la Seguridad Social”.

Le resulta extraño que “cuando está aumentando la actividad laboral, estén disminuyendo las enfermedades profesionales ya que si se ha incrementado el número de trabajadores, sería normal que también hubiera más enfermedades profesionales”.