EL “TALEGO” ES MÍO
Saben ustedes que una de las grandes amenazas de los palmerales conejeros (no se pueden cortar por mor de la referida amenaza) es precisamente el picudo rojo, que dicho sea de paso es un bicho corrosivo y asquerosamente devastador. Pues bien, nos dicen que también puede afectar el despreciable animalejo a la integridad de algún que otro “talego” que aunque en su interior guarda tesoros públicos, éstos son manejados caprichosamente por quienes lo custodian sembrando dadivosamente entre amigos, parientes y trastos viejos, y mostrándose cicateros al máximo con quienes no les ríen las gracias. Estamos tras un insecticida poderosísimo que pueda estallar como una pita al bichejo de referencia. Todo se andará.
Por cierto, en la presentación de los contenedores de vidrio - (cosa que nos parece plausible) - vimos a algún que otro vidriero erróneo que es toda una autoridad en eso del vidrio, sobre todo cuando el vidrio contiene bebidas alcohólicas de gran solvencia económica. Menos mal que el vidriero estaba bien agazapado y apenas era perceptible su figura rocambolesca, lo cual era un descanso para la vista y también impedía que se nos revolvieran las tripas y padeciéramos los efectos de un chorrillo de aquí te espero. De nada.