EL TEMA DE LAS ENTRADAS

Por falta de espacio no pudimos dedicar uno de nuestros zurriagazos de ayer a analizar un fenómeno que nos empieza a inquietar, el de la extraña y rápida venta de entradas cada vez que llega un espectáculo decente a Lanzarote. Pasó por poner algún ejemplo con el concierto de Serrat, incluso con el concierto de Rosana, y ha vuelto a pasar con la obra de teatro “Gordas”. Como son muchas las personas que se han dirigido a esta redacción para expresar su queja por el asunto, nos tenemos que ocupar del tema. Nos dicen fuentes oficiales que el problema es que se ponen a la venta las entradas y se venden en seguida, en este último caso en menos de tres horas. La verdad es que tenemos que creer a estas fuentes oficiales, aunque haya cosas muy raras. Por ejemplo que nos hayan asegurado que hay personas que se llevan quince o veinte entradas a la vez. Como es evidente que Lanzarote no cuenta con un auditorio en condiciones, y obras del éxito de esta se tienen que ofrecer en recintos pequeños como es el teatro de San Bartolomé, tampoco podemos decir que haya muchas entradas. Ahora, que se agoten en tres horas es raro, raro, raro... Algunos lectores nos han pedido que vayamos con un fotógrafo para comprobar si todos los que van a ver esta obra son funcionarios o familiares o amigos de funcionarios. Nos parece un disparate, sobre todo porque es imposible comprobar algo así. Lo que no es tan disparatado es que los responsables de cultura del Cabildo y de los ayuntamientos, si los hubiera o hubiese, deberían analizar el tema. De momento, se nos ocurre que se prohíba la venta masiva de entradas a una misma persona. Que como mucho se entreguen dos por persona cuando se sabe que es un espectáculo que va a atraer a mucho público. Luego, que se dé información y publicidad de cada acontecimiento, para que no quede un solo ciudadano sin saber que esa obra en concreto se va a celebrar. Por último, procurar reducir al máximo el número de invitaciones, de regalos a personas que luego en muchos casos ni siquiera van. No es la primera vez que pasa esto y se encuentran huecos en la sala.