Juan José Otamendi, propietario de Bodegas El Grifo

“En El Grifo empezamos 200 años más tarde que las bodegas de Gran Canaria y Tenerife pero hemos continuado”

Juan José Otamendi, propietario de Bodega El Grifo.

“A nosotros nos ha gustado contar con gente del arte en cada etapa porque ellos nos han ayudado. Por ejemplo, Saramago, José Hierro y por supuesto, Manrique”

“El mejor vino es el que se recuerda”

“Hay que destacar la resiliencia del viticultor, que es el verdadero creador del vino y del paisaje”

“Nosotros empezamos 200 años más tarde que las bodegas de Gran Canaria y Tenerife pero hemos continuado”

“Aunque las bodegas de Lanzarote somos competencia, vamos en el mismo barco”

Javier Otamendi, propietario de Bodegas El Grifo asegura que para él ha sido una suerte que su generación, la décima ya en esta empresa, haya podido celebrar una fecha tan significativa como el 250 aniversario y para conmemorarla como se merece, han vuelto a colaborar con el mundo del arte del Lanzarote. En el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio de este viernes comentó que, del mismo modo que Saramago o Manrique valoraron como merece el sector vitivinícola y el paisaje de Lanzarote, para esta ocasión han querido contar con un amante de los volcanes, Ildefonso Aguilar, cuya pintura aparecerá en el Malvasía Lías 2018 con el que harán los honores a la efeméride. Por otro lado, alabó la unión que hay entre el sector bodeguero insular y puso en valor la mano del hombre que consiguió domar un territorio hostil tras la erupción volcánica de 1730. Confía en que el próximo 1 de enero todos podamos disfrutar de esa botella conmemorativa y que la recordemos porque “el mejor vino es el que se recuerda”.

Vendimia en La Geria.

- Enhorabuena porque están de celebración y no todos los días se cumplen 250 años.

- Eso es verdad. Han sido muchas generaciones pero nos ha tocado a la actual, que es la décima, contando a las tres familias, la que ha tenido la suerte de llegar al 250 aniversario.

- Habrá sido una responsabilidad pensar cómo se puede celebrar una efeméride tan importante.

- Sí. Se hace un poco raro que seamos de las diez más antiguas de España porque mucho antes de que empezara el vino en Lanzarote ya estaba en Gran Canaria y Tenerife, que tenían grandes fincas, y el vino canario era estimado en toda Europa. Nosotros empezamos 200 años más tarde pero hemos continuado.

- Y han tenido que pasar también por épocas complicadas porque hubo un momento en el que la situación de La Geria era preocupante.

- Efectivamente. Coincidió con el arranque del turismo, que ha sido un gran bien para Lanzarote, en el sentido de que antes se dependía casi exclusivamente de la lluvia, que era tan dramática y tan escasa. Afortunadamente, con el turismo entramos en otra edad que ha sido muy buena para la isla pero en los años 60 se cerraron bastantes bodegas y en los 70 también. Que hayamos estado abiertos a partir de la creación del Consejo Regulador en 1993 somos muy pocos, tres o cuatro bodegas. Todo lo demás se ha hecho después y nosotros la hemos mantenido y con la voluntad de seguir, incluso con los competidores que hay.

Producción de uva en La Geria.

- Hubo etapas en la que la uva se tenía que tirar y ahora no hay suficiente para toda la demanda que tienen.

- Claro. Eso es así. La ley de la oferta y la demanda hará que esto siga subiendo. Lo que pasa es que para pagar la uva a 3,5 euros y en algunos casos a 4 euros durante los dos últimos años hay que tener un vino caro, de alta gama. Para eso tenemos que hacer vinos más complejos, más allá del vino del año y poder jugar en otra liga que nos permita seguir progresando.

- Y lo han conseguido porque nunca han dejado de ganar premios, lo que quiere decir que han dado con la tecla de la calidad.

- Yo creo que sí. El sector en general de Lanzarote no tiene nada que ver con las bodegas que había en los años 50 y eso es un éxito de todos porque aunque seamos competencia, vamos en el mismo barco. No puede ser que a una bodega le vaya muy bien y al resto del sector no. Eso no se da nunca. Tenemos que acompasarnos.

- La diferencia entre los bodegueros y los políticos es que ustedes sí han sabido encontrar esa unidad.

- Sí. Eso es verdad y también la resiliencia del viticultor, que es el verdadero creador del vino y del paisaje porque cuando en 1730 se produjo aquella erupción que duró 7 años, tuvieron que apartar las arenas para llegar al fondo de la tierra y eso lo hicieron ellos con mucho esfuerzo. No hay más que ver el paisaje y pensar todo lo que tuvieron que hacer con una pala, cuántas personas y durante cuánto tiempo para que eso esté ahora plantado de viña.

- También es verdad que el hambre agudiza el ingenio.

- Exactamente. Lo que se hizo, se hizo a la fuerza porque no había otra alternativa, como le pasa un poco al terreno de La Geria, que una de las razones por las que continúa es que no hay otra alternativa más allá del abandono.

- Pero para seguir adelante, ustedes necesitan herramientas. Parece que el sector está esperanzado con el nuevo Plan Especial de La Geria, que tiene toda la pinta de que esta vez sí va a salir adelante.

- Sí. Nos han mostrado voluntad política y al actual presidente se le ve muy activo en ese sentido pero hemos tenido tantos fracasos en ese punto, que yo estoy convencido de que no lo voy a ver, aunque sólo sea porque tengo 80 años y aunque pienso vivir algunos años más, creo que no lo veré.

Bodega La Geria celebra este año su 250 aniversario.

- Para celebrar el 250 aniversario, tienen un Malvasía Lías 2018 con la que quieren conmemorar esta fecha.

- Sí. Pensamos que teníamos que tener un vino del aniversario y en el año 18, como hay una cierta resistencia a consumir vinos que no sean vino del año, dijimos que fuera uno de seis o siete años para que vean cómo tiene una capacidad la malvasía de evolución y de mejora en botella. Por eso hicimos este vino y estuvo un año y medio en sus lías y luego lo embotellamos y hasta hoy, que todavía no ha salido a la calle porque tenemos un problema con la etiqueta.

- ¿Estará a la venta?

- En un mes o mes y medio.

- ¿Cómo se forjó la vinculación de este vino con el artista Ildefonso Aguilar?

- A nosotros nos ha gustado contar con gente del arte en cada etapa porque ellos nos han ayudado. Por ejemplo, Saramago, José Hierro y por supuesto, Manrique. Ellos valoraban y valoran mucho el paisaje y por eso, tenían mucho interés en que el sector del vino, en general, fuera bien y cada vez que les hemos pedido un favor, nos lo han hecho desinteresadamente en muchos casos. En este aniversario pensamos en Ildefonso Aguilar porque es un pintor de referencia, fascinado por el fenómeno volcánico, tanto aquí como en los volcanes nórdicos, que también ha ido a pintarlos, así que necesariamente, teníamos que contar con él así que le pedimos si podía hacernos una obra con estos motivos. Nos la ha hecho y una parte de esa obra irá en la etiqueta de la botella. Nosotros encargamos las etiquetas pero no hemos quedado satisfechos de cómo se plasma el color y la consistencia del papel así que hemos encargado otras y de ahí el retraso. Nuestra intención es que estén en el mercado el 1 de enero.

- Las cosas se hacen bien o no se hacen.

- Exactamente.

- Hablaba antes del turismo y es curioso que las bodegas de Lanzarote se han convertido en un centro turístico más.

- Sí. Es cierto y lo mismo que se puede visitar la nuestra, hay unas cuantas más. Estamos empezando todos realmente. Lo que para nosotros es una cosa nueva, el valle de Napa lleva haciéndolo desde hace 60 o 80 años dedicándose al turismo. Ellos fueron pioneros, han creado ese fenómeno y ahora está en Francia, Italia, Moldavia y en Lanzarote ha sido más reciente, de hace una década más o menos y hemos visto la gran potencia que supone porque puedes explicar cómo es la bodega, el viñedo y nos ayuda mucho. No es sólo hablar de nuestro vino sino que vendemos Lanzarote porque la amamos y por interés propio porque si es verdad lo que dicen de que el mejor vino es el que se recuerda, cuando un turista llega a la bodega y se queda encantado con el vino, lo va a asociar a Lanzarote.

- ¡Qué bonita frase la de que el mejor vino es el que se recuerda!

- Sí. No es mía; me habría gustado pero es importante reivindicar las autorías de los que hacemos (risas).