El Ayuntamiento cubrirá con redes los árboles del parque Ramírez Cerdá para evitar a las garzas
Fotos: Dory Hernández
- Las garzas llevan más de 15 años en la zona sin que ninguna Corporación haya hecho nada al respecto, pese a que constituyen un riesgo manifiesto para la salud
La Concejalía de Becerra solicitó al Laboratorio de Salud Pública del Gobierno de Canarias un informe para evaluar el riesgo que entrañan para la salud de los humanos los restos orgánicos de las garzas. El informe no pudo ser más contundente: instaba a la retirada de las aves porque podían trasmitir enfermedades como la salmonelosis u otras que entrañan incluso un riesgo para la vida como el botulismo, una extraña enfermedad producida por una toxina nerviosa.
No obstante, el Ayuntamiento topó con la oposición de los ecologistas a que las aves fuesen eliminadas, ya que son una especie protegida.
La confrontación entre preservar la salud pública y el medio ambiente se saldó con la solución actual, que está complicándose quizá más de la cuenta. Según afirmó Becerra, “primero las personas y después el resto”. “Arrecife ha gritado a los cuatro vientos para que se quite eso de ahí”, añadió.
Desinfección de la zona
Los nidos de garzas que hay en los árboles también serán trasladados a su nuevo hogar.
La historia
Las garzas hicieron del parque Ramírez Cerdá su hogar hace más de 15 años, cuando una pareja de estas aves migratorias procedente de tierras africanas se estableció en esta zona de Arrecife. Desde entonces, las aves han campado a sus anchas por el parque sin que ninguna Corporación municipal hiciese nada al respecto. Durante el día, estas aves suelen abandonar los árboles para buscar alimentos en el vertedero de Zonzamas, incrementando, aún más si cabe, el riesgo de contagiar enfermedades a los humanos. Becerra dijo no poder explicarse “cómo mis predecesores en el cargo no tomaron medidas” al respecto.