El Cabildo recupera parte de la historia y del patrimonio insular con la restauración de la Molina de Teguise
El consejero de Obras Públicas, Jacobo Medina, muy satisfecho por el resultado del “gran trabajo artesanal realizado por el maestro carpintero Juan Agustín Padrón que ha permitido que esta preciosa molina vuelva a lucir en la plaza de La Mareta como antaño”
De este modo, explica el Cabildo en nota de prensa, la Primera Institución prosigue con el proyecto de la anterior Corporación y recupera parte de la historia y del patrimonio cultural de Isla con la restauración de esta molina, que se encontraba prácticamente en ruinas y cuyas piezas, tanto las de madera como las metálicas, presentaban un importante deterioro. El consejero insular, Jacobo Medina se mostró muy satisfecho por el resultado del “gran trabajo artesanal realizado por el maestro carpintero Juan Agustín Padrón y que ha permitido que esta preciosa molina vuelva a lucir en la plaza de La Mareta como antaño”. Los trabajos de recuperación de esta Molina, declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, han sido confinanciados en un 85% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del POPE 201-2020, en el marco de la operación “Recuperación del Patrimonio Histórico Insular” de Estrategia EDUSI, cuyo uno de sus objetivos específicos es promover la protección, el fomento y el desarrollo del patrimonio cultural y natural de las áreas urbanas, en particular aquellas de interés turístico. El consejero explicó que “la restauración ha supuesto una inversión de 77.992,30 euros, recuperando así una pieza para la molienda de alto valor histórico y etonográfico, que, sin duda atraerá las visitas de residentes y turistas”. Desde el Cabildo insular también han querido agradecer públicamente el trabajo realizado por el director de esta obra, Alfonso Basabe. Ventajas de la Molina Cabe señalar que en el siglo XVII, Lanzarote era considera el granero de Canarias, ya que sus granos, de trigo y cebada fundamentalmente, se exportaban a otras islas debido a la importante producción. Por ello, en las tierras más fértiles de Lanzarote se construyeron multitud de molinos de viento. Sin embargo, las molinas ofrecían más ventajas ya que reunían en una única planta las actividades de la molienda y la manipulación del grano, evitando así que el molinero subiera y bajara escaleras portando pesados sacos de cereal. |