"Lo de la inmigración ya no es una urgencia extraordinaria. Llevamos años con lo mismo, es una urgencia ordinaria y si tiene las competencias el Estado ellos tienen que poner los medios"
"Esta vez fueron once embarcaciones de golpe con casi 600 personas que colapsaron todos los servicios. El CATE quedó desbordado, tuvimos que poner carpas, camas, se utilizaron todas las instalaciones de la policía"
"Ahora mismo somos la primer sitio de Europa por donde entran inmigrantes, tienen que poner el foco y ayudarnos en ese sentido"
"No podemos usar a la Policía Nacional casi exclusivamente para esto porque entonces no hacen su labor igual que la Cruz Roja, se necesitan voluntarios"
"Cuando es una urgencia ordinaria hay que poner los medios y los profesionales adecuados exclusivamente para esta urgencia. Y es una cosa que seguimos exigiendo día sí y día también."
El gerente del Consorcio de Seguridad y Emergencias del Cabildo de Lanzarote, Enrique Espinosa, un hombre tranquilo donde los haya que ha trabajado con gobernantes de casi todos los signos políticos, ha señalado en el programa "A Buena Hora" de Crónicas Radio la necesidad de que el Gobierno central aporte a la voz de ya los medios necesarios para poder realizar un servicio y un trato digno a las personas que llegan a la Isla, casi ya en el cien por cien de las ocasiones rescatados por Salvamento Marítimo y trasladados a Puerto Naos. Espinosa, al que en esta ocasión se le ha visto realmente enfadado, cosa que en él no es habitual, explicó en el conocido programa radiofónico cómo fue el último episodio vivido con la llegada de más de medio millar de personas el pasado fin de semana. Además, reiteró que se trata de una cuestión que ha dejado de ser anómala para ser constante en el tiempo.
- ¿Cómo fue el fin de semana con la llegada masiva de pateras a nuestras costas?
- El peor día fue el sábado con 9 pateras y el domingo llegaron 2, pero bueno lo que creo el colapso en las instalaciones fue el llegar esas 11 embarcaciones de golpe y tuvimos que hacer encaje de bolillos para poder hacer una redistribución.
- Para ustedes fue un gran problema la situación del sábado, ¿no?
- Sí es que estábamos tranquilos, la verdad que este año hubo un altibajo que fue en febrero pero realmente había sido un año tranquilo. Llegaron embarcaciones pero como llegaron del sur, nosotros somos la última isla porque estamos más al norte. Iban mucho al Hierro porque salían desde Senegal, pero lo de este fin de semana fue recordar lo que pasó ya el año pasado varias veces. Y esta vez fueron once embarcaciones de golpe con casi 600 personas y que colapsaron todos los servicios. El CATE quedó desbordado, tuvimos que poner carpas, camas, se utilizaron todas las instalaciones de la policía. Se trasladó gente al centro que hay en San Bartolomé y ya el domingo empezaron a hacer derivaciones y este lunes se siguió con las derivaciones y más no se puede hacer. Los medios son los que hay y es lo que se puede hacer porque más no hay.
- Cuando se habla de derivaciones, ¿cuánta gente puede salir? ¿Hay suficientes aviones disponibles?
- El Ministerio llega a un acuerdo con la compañía y los sacan siempre en los vuelos de última hora para que no sea tan dramático y que haya mucha menos gente en los aeropuertos. Por eso se contrata además cuando ya hay estas cantidades y contratan de una sola vez vuelos para este tipo de emergencias.
- ¿La mayor parte de las personas provienen de Marruecos?
- Sí, a nosotros nos llega toda la zona marroquí. Igual que llegaron a Fuerteventura dos y ahí pueden haber también subsaharianos. Pero sí son todos magrebíes, la mayoría siempre hombres. Llegó también una mujer con contracciones, un bebe y 18 menores. El problema que tenemos nosotros ahora son precisamente los menores porque se quedan y eso incrementa la capacidad que ya tenía, que estaba desbordada de los centros de menores. Y son más personas para poder atenderlos de una manera adecuada y que no tenemos los medios necesarios para ese fin.
- Con el cierre del Albergue de La Santa, ¿es más complicado encontrar un sitio?
- Mucho más complicado, hay varios centros que ha abierto el Gobierno de Canarias. Pero lo que está claro es que lo de La Santa era un problema con toda la población allí, sobre todo la local y da igual porque el problema lo vas a trasladar a otro sitio.
- El despliegue para este tipo de situaciones es bastante impresionante, ¿no?
- Sí, nosotros seguimos incidiendo que esto ya no es una urgencia extraordinaria. Llevamos tres o cuatro años con lo mismo, es una urgencia ordinaria y si tiene las competencias el Estado ellos tienen que poner los medios para esta urgencia. Exclusivamente para esta urgencia porque se sabe que ocurre pero no cuando, las mafias trasladan inmigrantes a la zona de Canarias. Ahora mismo somos la primer sitio de Europa por donde entran inmigrantes, tienen que poner el foco y ayudarnos en ese sentido. Y tener todos los medios, no podemos usar la Policía Nacional casi exclusivamente para esto porque entonces no hacen su labor igual que la Cruz Roja, se necesitan voluntarios. Un voluntario, es una persona que se levanta un domingo para leer en el Hospital a una persona con una enfermedad oncológica un cuento o un libro. Pero cuando es una urgencia ordinaria hay que poner los medios y los profesionales adecuados exclusivamente para esta urgencia. Y es una cosa que seguimos exigiendo día sí y día también.
- ¿Cree que hay que levantar el tono?
- Sí y que sean conscientes de que nosotros vivimos del turismo y no tenemos ni espacio. No tenemos espacio ni para los residentes porque las casas están con precios altos y vivir aquí es un drama por el tema de los alquileres y la falta de vivienda. Si nos incrementan con estas personas y no tenemos espacio. Sale más rentable el alquiler vacacional o a personas que vengan a trabajar que alquilar espacios a los servicios sanitarios para que puedan albergar este tipo de personas.