“La idea de protección del paisaje nos ha llevado a no hacer nada y al inmovilismo de las instituciones”
“Si todos queremos que La Geria siga igual de bonita y podamos llevar a algún amigo cuando viene de fuera, tenemos que tener un plan que ordene, gestione y financie a aquellos viticultores que tienen una finca en un paraje natural donde no se puede hacer prácticamente nada, como se hace en otros parajes naturales protegidos en los que hay un planeamiento de gestión para que sea autosuficiente como el Parque Nacional de Timanfaya”
"Oswaldo Betancort ha visitado varias bodegas, entre ellas la nuestra, y nos ha dicho que iba a intentar de nuevo sacar del cajón el Plan Especial de La Geria"
“En el caso de las bodegas, se les ha preguntado si no tenemos derecho a utilizar subsuelo para intentar enterrar y sepultar las instalaciones y tener un menor impacto visual. No se les pide nada más”
“Esto es una industria que ya existía antes de que La Geria se nombrara espacio natural por el año 2000. La bodega en la que yo trabajo tiene más de 100 años de antigüedad así que nadie nos puede decir que hemos venido después; estábamos antes”
El gerente de Bodega La Geria, Ramón Melián, se mostró esperanzado en el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio de que, de una vez por todas, salga adelante el Plan Especial de La Geria que lleva años metido en una gaveta del Cabildo. Aseguró que, por lo menos, el actual presidente, Oswaldo Betancort, ha visitado las bodegas de la zona y ya ha comenzado a dar los primeros pasos para que este documento vea la luz y permita que todas las personas y bodegas enclavadas en La Geria sepan qué pueden y no pueden hacer. Reconoció que muchos entendieron que la protección del territorio significaba no hacer nada sin darse cuenta de que ese inmovilismo podía derivar en la muerte de la viña. Contó que este año ha habido muy buena cantidad de cosecha pero que también se ha pagado a precio récord la uva a los agricultores, lo que va a provocar el aumento del precio de la botella de vino, algo que tendrán que explicar a los compradores.
- ¿Por qué no ha querido coger alguno de los muchos puestos que le han ofrecido en política?
- En la vida tenemos etapas. Yo cumplí una muy buena y muy bonita en el ámbito personal y del grupo y que fue muy buena para el municipio de Tías pero ahora estoy dedicado a la parte profesional.
- ¿Ha cerrado definitivamente esa etapa en política?
- Yo tengo claro que está a un lado y que tiene que venir otra gente con más estímulos y más ganas para seguir trabajando por el municipio. Si lo quieres hacer bien, tienes que dedicarle muchísimo tiempo, no sólo cuando se gobierna porque nosotros estuvimos muchos años en la oposición. Hay que enseñarle a la gente joven, que puede tener más tiempo, que es una labor bonita poder dedicarle una parte de nuestro tiempo a nuestro pueblo y trabajar por él. A mí ya me tocó y luego le tocará a otros.
- Ojalá todo el mundo pensara igual pero hoy la política se ha convertido en una profesión para mucha gente.
- Por desgracia se ven ejemplos de gente que está, se va y vuelven a aparecer años después sin saberse por qué. Yo creo que es bueno que se refresquen las ideas y la gente y las personas que ya llevan tanto tiempo en esto, quizá ya no tenga ni tantas ideas ni tantas ganas y eso se termina notando. El trabajo de la vida pública es agotador y necesitamos un relevo de gente que venga empujando por detrás.
- Dejando ya el tema de la política, vamos a hablar de la situación de las bodegas y de problemas que han tenido que afrontar como el famoso Plan Especial de La Geria. Parece que por fin, años después, han sacado ese plan de la gaveta, lo van a aprobar y ustedes van a poder hacer cosas normales. ¿Por qué cree que se ha tardado tanto en tomar este tipo de decisiones?
- La isla es un tanto completa. Siempre lo ha sido. Es una isla muy singular con un parque nacional, muchos parajes naturales protegidos y esa idea de protección en cuestiones urbanísticas nos ha llevado a no hacer nada y al inmovilismo de las instituciones. Esto se traslada a las zonas rurales. Esto ha llevado a que, si no me dejan hacer nada, lo hago a escondidas y que las zonas rurales de Lanzarote estén peor que nunca. El Plan Especial de La Geria es lo que se venía pidiendo desde hace 21 años porque todo núcleo donde hay residentes y hay industria lleva algún tipo de planeamiento de ordenación del territorio y no es el no por el no porque La Geria no se creó sola; La Geria la transformaron las personas y se merece un documento urbanístico que lo ordene y gestione. Es lo que se pedía. A algunos les puede gustar más y a otros menos pero hace falta algún tipo de documento urbanístico y como no salió, se archivó porque lo tumbaron los tribunales; no se retomó el tema y ahí seguíamos. Ya es el momento de volver a intentar que todo núcleo, todo paraje natural, en este caso La Geria, tenga su documento de gestión que se pueda organizar para vecinos, bodegas… porque hay pueblos enteros dentro de la zona, que tienen también derecho a que les digan lo que pueden y no pueden hacer. En el caso de las bodegas, se les ha preguntado si no tenemos derecho a utilizar subsuelo para intentar enterrar y sepultar las instalaciones y tener un menor impacto visual. No se les pide nada más. Ni tenemos intención de hacer naves industriales ni tres plantas ni nada de eso. Esto es una industria que ya existía antes de que La Geria se nombrara espacio natural por el año 2000. La bodega en la que yo trabajo tiene más de 100 años de antigüedad así que nadie nos puede decir que hemos venido después; estábamos antes.
- La gente recordará cuando la Fundación César Manrique quiso prohibir que se arreglara aquella carretera.
- Es que siempre volvemos a lo mismo. Identificamos la protección o el amor a la isla con no hacer nada. A mí nadie me puede negar que soy más conejero que nadie o que quiero a mi isla más que nadie pero querer una tierra no significa que hay que dejarlo todo como está. Si lo hiciéramos, la isla muere y el ejemplo lo tenemos en La Geria, donde el sistema tradicional de cultivo, que es muy bonito, todo el mundo presumimos de ello, cuando viene algún amigo de fuera le llevamos a verlo pero a la hora de mantener esa zona nadie paga por ello y lo que quedan son cuatro viticultores, que por amor a la tierra, están manteniendo de momento la viña en buen estado y bonita para que cuando vayamos a sacarnos la foto no se vea el abandono sino un paisaje en plenitud. Todo el mundo quiere que se queden las cosas como están pero nadie paga por ello. Yo creo que es el momento de que las cosas se gestionen y se ordenen par que si todos queremos que La Geria siga igual de bonita y podamos llevar a algún amigo cuando viene de fuera, tenemos que tener un plan que ordene, gestione y financie a aquellos viticultores que tienen una finca en un paraje natural donde no se puede hacer prácticamente nada, como se hace en otros parajes naturales protegidos en los que hay un planeamiento de gestión para que sea autosuficiente como el Parque Nacional de Timanfaya. Ellos tienen una actividad que es entrar al parque, con unas visitas, cobran una entrada y tienen su propia fuente de gestión. El resto de parajes naturales deberían tener también algún tipo de planeamiento de gestión que les permita, si no ser autosuficientes, tener algún tipo de financiación que ayude a los que están dentro viviendo para no hacerles la vida imposible.
- ¿Usted cree que finalmente Oswaldo Betancort va a poder solucionar ya este tema?
- Por lo menos, de entrada, ha visitado varias bodegas, entre ellas, la nuestra y nos ha dicho que iba a intentar de nuevo sacar del cajón el Plan Especial de La Geria. No ha mentido porque ya están los primeros pasos dados y confiemos en que el planeamiento se redacte bien desde el principio para que no quede ningún escollo legal y luego los tribunales lo tumben porque el problema siempre de sacar planes es que a lo mejor van demasiado rápidos, se nos olvidan informes y la Justicia te lo puede tumbar siempre que haya gente que lo recurra.
- ¿Por qué ha dicho que cree que el campo de Lanzarote está peor que nunca?
- Como no hay ningún planeamiento insular que ordene el ámbito rural, todo el mundo está haciendo lo que buenamente puede hacer en suelo rústico sin que nadie le diga cómo lo tiene que hacer. Teniendo un plan insular de ordenación actualizado, la gente podría trabajar el campo y saber exactamente lo que puede y no puede hacer. Como de momento esto está pendiente, tenemos un PIOL de 1990, así que la gente se está buscando la vida para intentar tener su tierra en buen estado y sus materiales para el campo como va pudiendo.
- Bodegas La Geria tiene 400.000 kilos de uva de buena calidad, que es una barbaridad, para producir vino este año. ¿Qué nos puede decir?
- Llevábamos años, desde el covid para aquí, tres veranos que la cosecha había sido regular tirando a mala en cantidad y si hay menos uva, más calidad así que no pasa nada porque el precio sube y todo el mundo se ve beneficiado pero en el caso de Lanzarote, cuando las cosechas son cortas, de poca producción y en años consecutivos, llega un momento en que no es bueno para nadie, ni para el sector bodeguero que transforma esa uva ni para el viticultor, que se desanima y tiende al abandono de la viña cuando ve que la producción es tremendamente corta. La isla recogió algo más de 3.200.000 kilos. Una cosecha media en la isla está entre 2 millones o 2 millones y medio y llevábamos tres años consecutivos por debajo de los 2 millones. Esto hace que el sector se resienta y el viticultor que no se dedica profesionalmente a esto, se canse y se aburra y abandone la viña, que es lo que no queremos que ocurra. El viticultor actualmente es el jardinero de la isla y tenemos que tenerlo motivado, no sólo con el precio sino con cosechas de cierta cantidad que les permitan que salgan las cuentas. Este año con esos más de 3 millones de kilos, sumado a que se ha pagado un precio récord el kilo, a 3,40 euros, que nunca se había visto, hace que estén todas las partes contentas; las bodegas porque hemos conseguido transformar todos esos kilos de uva y el viticultor porque va a cobrar la uva a un precio más que razonable. Ahora queda comercializar este vino y si todo va bien, empezaremos en noviembre.
- ¿Se está vendiendo bien?
- Sí. Un negocio que depende de la agricultura siempre es complicado porque el sector industrial de bodegas depende del clima y si el clima no acompaña, no se recoge uva y si no hay uva, no se puede producir. En estos tres años que no ha llovido mucho en la isla se notó la escasez en la producción y lo poquito que había se vendió. Ahora, nos han puesto un examen un poco más difícil, que es vender el vino con unos costes más elevados porque la uva se va a pagar mucho más cara así que tendremos que vender más caro con mucha más producción porque todas las bodegas van a salir al mercado con bastante más producción. Tenemos que ver cómo asume el cliente final, al que habrá que explicarle todo esto, ya que evidentemente es un producto local y cuando llegue a las tiendas, la gente se preguntará por qué es tan caro. Tendremos que saber comunicar y trasladar a nuestro cliente el por qué del precio de los vinos de Lanzarote. Es una forma de financiar la poca agricultura que queda en la isla. Ahora estamos contentos porque la cadena está engranada y todo funciona pero a todos les tiene que ir para que no se rompa la cadena y podamos seguir manteniendo un paisaje único que se financia con la venta de la uva.