“El Ministerio del Interior quiere comerse parte del Mirador de Guinate e instalar el radar del SIVE fuera de la estación de telecomunicaciones”
La secretaria general de Coalición Canaria (CC) en Lanzarote y consejera del Grupo Nacionalista Canario en el Cabildo, Migdalia Machín, ha participado este pasado lunes en la vuelta e inicio de la nueva temporada del programa ‘Entre Barrios’, presentado y dirigido por Marcial Frías, 'Chalo', en Crónicas Radio-COPE Lanzarote para, entre otras cosas, denunciar que el Ministerio del Interior ha dado una respuesta negativa al Ayuntamiento de Haría respecto a la ubicación exacta donde se situará el radar del SIVE -Sistema Integral de Vigilancia Exterior-. Machín asegura que el Ministerio no va a aprovechar la estación de telecomunicaciones que ya existe en esta auténtica ventana natural hacia el Archipiélago Chinijo y que, por el contrario, colocará dicho radar -con una estructura de 15 metros de alto y 7 de ancho- en pleno Mirador. La máxima responsable orgánica de los nacionalistas en la Isla advierte del peligro de los discursos extremistas en el actual drama migratorio que sigue viviendo especialmente Lanzarote con la actual oleada en la llegada de pateras. La dirigente nacionalista advierte de que el “pasotismo” de algunos políticos y partidos con esta crisis migratoria ya se está trasladando a la propia sociedad y avisa también del peligro de la falta de integración social de muchos migrantes, que supone que se creen poco a poco ‘guetos’ o grupos aislados de personas extranjeras dentro de las Islas.
- A mí el miedo que me da es la posible indiferencia que puede terminar teniendo la ciudadanía por la pasividad de ciertos partidos políticos, que puede hacer que al final los ciudadanos terminen viendo la llegada de pateras como algo normal. Pero no es algo normal, al menos para nosotros. Buscando un poco en la hemeroteca, recordarán que en el año 2006, cuando era presidente de Canarias Adán Martín, tuvimos un gran pico en el que llegaron a Canarias 33.000 inmigrantes. En ese momento lo que se aplicaron fueron líneas de implementación tanto en los países de origen como en el Gobierno español, que entonces presidía Rodríguez Zapatero. En ese momento hubo actuaciones tendentes a la coordinación entre distintas administraciones y se intentó parar esa situación. Pero ahora mismo no hay nada de eso. Además, ahora se añade el inconveniente de que la relación de España con Marruecos no es nada buena. Esto también es una cuestión de diplomacia y de política internacional, pero ahora mismo así que la sensación que tenemos es que pretenden dejarlos aquí aparcados. Y lo más curioso es que los puedes mover entre islas pero luego, tal y como ya ha dicho el ministro del Interior, no se les va a trasladar a ninguna comunidad autónoma. Por eso preguntamos dónde está la solidaridad del resto de comunidades autónomas con Canarias. En el caso de Ceuta y Melilla, donde sucedieron casos similares, ahí sí que el Gobierno español desplegó al ejército e incluso el presidente se desplazó, pero para nosotros, absolutamente nada.
-¿Y por qué cree que existen esas diferencias en el trato entre España y comunidades autónomas como la de Canarias?
- Yo, cada vez que me preguntan lo mismo, siempre digo que en la relación de Canarias con Madrid da igual quién gobierne, da igual el color político, porque al final es siempre como una partida de parchís en la que Canarias siempre tiene que empezar desde la casilla de salida. Esté quien esté en el Gobierno, al final siempre necesitamos explicar nuestras especificidades, que somos un territorio fragmentado, alegado, periférico, … Se supone que deberían conocer cómo es el Archipiélago, con islas más pobladas que otras, que se están despoblando. Pero en este sentido, aquí no pasada nada con este drama migratorio. No critico acciones como las del famoso barco Acuarius pues era una acción por humanidad, pero sí que critico la actuación del Gobierno aquí, que no aplica ninguna política con este tema de la inmigración, simplemente mira para otro lado y parece que no pasa absolutamente nada.
-¿Y dónde queda la responsabilidad de los políticos de Lanzarote y de Canarias?
- Sí, como si fuera algo normal, cuando es una grave problemática. Lo que están aplicando es una política de deportación. Llegan aquí y luego son devueltos a sus países de origen, pero hay casos de países como Mali y Senegal, que no les quieren recibir. Así que, ¿qué hacemos con esas personas? ¿Y con los menores no acompañados? Ahora mismo hay más de 2.000 menores no acompañados que están siendo tutelados por Canarias y que lo serán hasta la mayoría de edad. Yo paso bastante por la nave de debajo de Montaña Mina, y no reúne las condiciones adecuadas. Ahora con este calor, aquello tiene que ser un infierno. Además, lo que se ha hecho con las últimas llegadas masivas ha sido colocar unas carpas. En cuanto a los partidos de aquí, parece que nada se materializa en propuestas y los partidos en su mayoría guardan silencio. Nosotros estamos siendo bastante reivindicativos y solemos llevar una propuesta por cada pleno, pero no vean las respuestas que nos da la presidenta del Cabildo.
- ¿Qué les responde la presidenta?
- Pues suele jugar con un discurso muy radical que a mí me parece muy peligroso, queriendo hacer ver que a mí y a mi grupo político lo que les molesta es el color de la piel. Y miren, no, a mí no me molesta el color de la piel. De hecho, cuando arranco siempre con estos temas, como no quiero que me vinculen con discursos extremistas, siempre digo que yo sé que estas personas vienen huyendo de la hambruna o de conflictos bélicos o de la pobreza, y que lo que quieren es buscar una oportunidad en sus vidas. Pero ojo, que no se quieren quedar en Canarias, sino que ellos quieren llegar más al norte de Europa. A Canarias la están aprovechando como puente para ello. Ahora mismo los traslados que se están haciendo dejan bastante que desear, pero lo curioso es que sí podamos trasladarles a otras islas, pero no sin embargo fuera, a la Península. Hay aspectos en los que no se está cumpliendo con la legalidad. También lo han comprobado grandes ONG como CEAR, cuyos representantes han venido hasta aquí para verificar situaciones que han denunciado.
-¿Y entiende usted por qué en general la ciudadanía de Lanzarote no sale a la calle para protestar por este asunto?
- Creo que en general nuestra sociedad tiene mucha apertura y está acostumbrada lamentablemente al fenómeno migratorio, pero no quizás con estos picos. El actual contexto pasa por la pandemia de la COVID y por la actual crisis económica, que quizás también tengan bastante que ver. No sabría dar las razones exactas, pero el canario, en general, tiene también mucho aguante. Seguramente si esto pasara en otros territorios, la gente se habría echado ya a la calle por todo lo que está pasando. Además, se está creando un caldo de cultivo en la sociedad que a mí me preocupa, porque tampoco estamos trabajando en políticas de integración, como ocurre con los menores que se quedan aquí, que están tuteladas por el Gobierno de Canarias y que deberían integrarse en la población, obviamente. A mí esa falta de integración me preocupa mucho porque al final, cuando se crean grupos que no se integran en la población, eso es un peligro porque al final, como seres humanos, siempre solemos tener miedo a lo desconocido, y eso también genera cierta incertidumbre en la población.
-En algunas pateras dicen que se han colado también algunos terroristas y parece que esto no se controla en absoluto. ¿Y qué ocurre con el SIVE finalmente? Si es tan vital para estos temas como muchos políticos dicen, ¿por qué no se ha instalado ya?
- Nosotros hemos insistido mucho en lo del SIVE. Detrás de estas personas, obviamente, hay toda una historia muy triste, pero también hay muchas mafias. Si uno empieza a levantar ciertas capas, se da cuenta de que la situación es más grave de lo que podemos ver cuando llegan aquí. El SIVE serviría para auxiliar a estas embarcaciones en el mar y para evitar tragedias en el mar, pero luego nos ponemos las manos a la cabeza, aunque sepamos que no se están poniendo los recursos. Lo que nos preocupa del radar del SIVE es dónde lo quieren instalar, en el Mirador de Guinate, una zona muy pequeña donde ni dos coches pueden girar, y desde donde se aprecian el Archipiélago Chinijo, La Graciosa y el brazo de mar. El Ministerio del Interior le ha pedido autorización al Ayuntamiento de Haría que, obviamente, el Ayuntamiento la da, pero lo que el Ayuntamiento de Haría está pidiendo es que, ya que en esa zona hay una estación de telecomunicaciones, ese radar del SIVE se instale en esa estación de telecomunicaciones. Pero el Ministerio del Interior ha dicho que no, que se van a comer parte del Mirador y que se va a instalar una estructura de 15 metros de alto por 7 metros de ancho, y ante eso es lo que estamos luchando ahora. SIVE sí, pero tampoco en esas condiciones.