Perdomo asegura que el Cabildo duda que Jason deCaires y San Ginés hundieran en el mar las esculturas que certificaron de forma oficial
La compleja relación de los últimos años entre el Partido Socialista (PSOE) y Coalición Canaria (CC) siempre parece haber tocado fondo hasta que de pronto se halla un nuevo capítulo que hace pensar que estas dos formaciones políticas jamás volverán a entenderse en Lanzarote. No desde luego con sus actuales dirigentes. Después del periodo de tregua navideña, este lunes el consejero delegado de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo, Benjamín Perdomo, ha reiniciado la guerra soltando un torpedo en la línea de flotación del anterior Gobierno insular, el que presidía el nacionalista Pedro San Ginés. Y lo ha hecho asegurando durante su intervención en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio que la empresa pública que gestiona no puede proceder a retirar las dos esculturas que quedaban en teoría en el fondo del mar con la imagen del abogado Ignacio Calatayud porque no las encuentran. “Las estamos buscando pero no aparecen”, soltó dentro de lo que parecía una broma contestando a la pregunta que le formularon en el conocido programa radiofónico.
Broma no es, desde luego, como entiende y comprende el responsable de una empresa pública que factura y mueve cerca de 30 millones de euros al año. Parte de ese dinero se empleó en la primera misión del barco que vino de Tenerife el pasado 26 de noviembre y que, tras un lío enorme con las escuelas de buceo que frecuentan la zona en la que está el museo submarino del artista Jason deCaires Taylor, logró sacar del fondo del mar dos esculturas. Tuvieron que hacerlo eso sí con nocturnidad y algunos creen que con alevosía. Pero las sacaron. En un principio se dijo que faltaban otras dos esculturas que el Gobierno de la socialista María Dolores Corujo quería extraer también del conjunto artístico alegando que no querían que la imagen de Lanzarote estuviera vinculada a la corrupción, algo que generó todavía más polémica porque ni el abogado Ignacio Calatayud ni el presidente que le contrató y que también está siendo investigado, Pedro San Ginés, han sido condenados por ningún tribunal de justicia hasta la fecha. Varias semanas después de aquello, cuando se daba por hecho que habría un segundo viaje desoyendo las advertencias de la oposición del Cabildo sobre una posible malversación del dinero público, ahora resulta que la maniobra en teoría no se va a realizar porque según Perdomo ni están esas dos esculturas que figuran en el catálogo ni está una parte importante del resto que de repente no aparece. Es decir, el Gobierno del Cabildo se ha tropezado con la sorpresa de que alguien mintió a la hora de certificar el número real de esculturas que se hundieron para conformar lo que se conoce como Museo Atlántico. “Tenemos un problema, el escultor ha certificado en un documento público que hay cuatro esculturas de Ignacio Calatayud y sólo encontramos dos, y estamos buscando las otras dos pero no aparecen. Lo del museo va a traer cola; mire bien la gravedad del asunto de ese museo porque creo que como este caso vamos a tener varios. Lo voy a decir despacito, porque como es inglés, para que me escuche y me entienda, o luego que los amigos de Coalición Canaria se lo trasladen y se lo expliquen; el artista ha firmado en un documento público que nos han traído a esta empresa pública que había cuatro esculturas de don Ignacio Calatayud, el íntimo amigo de Pedro San Ginés que le dijo aquello que se recoge en los audios de la justicia que ni en tres vidas le va a poder agradecer el dinero que ha ganado con él. Ha afirmado que hay cuatro esculturas, cuando sólo encontramos dos; no hay más, y mire que hemos buscado”, soltó de forma contundente sorprendiendo a propios y a extraños al hacer una acusación clara y concisa contra el gestor público y contra el propio artista que en teoría supervisó los trabajos.
Una vez que lanzó la bomba informativa del lunes, una vez que mandó otra andanada contra CC, afirmó que no es algo que se estuviera inventando, puesto que llevan muchos días haciendo inmersiones en la zona primero buscando las dos famosas esculturas que faltaban y después buscando el resto, ya que, para su sorpresa y para la de los que no conocían el proyecto, entiende que podría haber sólo la mitad de las figuras que se dijeron que se habían hundido para conformar un conjunto artístico que a su modo de ver no fue precisamente barato. “Estamos buscando las dos esculturas y el resto; aquí hay un mapa de donde están ubicadas las estatuas y no se corresponde con el que hay. A lo mejor nos vamos a encontrar que se autorizaron 300 estatuas y sólo hay 150. Es decir, cuidado, porque el tema puede ser muy grave porque estamos hablando de dinero público”, aseveró rotundo. “Vamos a tener que hacer un levantamiento notarial, una investigación oficial, no estoy diciendo que se saque nada de lo que hay en el fondo del mar. Vamos a tener que ir a hacer un estudio una a una a ver qué es lo que hay, qué es lo que el autor nos ha dicho que hay y cuál es la realidad”, especuló.
“El museo va a seguir ahí debajo y no se va a quitar, para que la gente esté tranquila. Pero sí hay una realidad que no podemos obviar, se nos ha certificado una cosa que no es cierta ni está ahí debajo. Vamos a tener que hablar con el padre de la criatura. Si yo te digo que hay 300 estatuas y hay 150, ¿dónde están las 150 que faltan? ¿Qué se hizo con ese dinero, dónde está ese hormigón, se esfumó? Porque el hormigón es caro. Y después hay otra cosa, cobraron por colocar 300 estatuas, cuando se colocaron 150, imagine lo que eso supone”, añadió Perdomo.
Lo que no se atrevió a hacer el consejero delgado de los Centros Turísticos es concretar cómo van a auditar el número real de estatuas que se sumergieron y el número de estatuas que se dijo que se habían sumergido, algo que entiende es complicado y que deberá hacer una empresa especializada que les ayude a desentrañar el nuevo entuerto.“Vamos a tener que contratar a una empresa y que con el mapa que se nos dio y se nos entregó con el número de certificaciones de esculturas que hay se haga una comparativa; veremos las que coinciden, las que están y las que no están. Sentaremos al autor para ver qué es lo que sucede para ver dónde está el dinero y si está justificado”, ratificó por último.