Trasladan a la Mesa del Senado la petición de Dimas Martín de que comparezcan López Aguilar, Fajardo y Espino para que expliquen lo que saben del caso Unión

Imagen de la Mesa del Senado que tiene que analizar la petición de Dimas Martín.
El ex senador reclama, si finalmente se crea una comisión de investigación, que se llame también al fiscal Ignacio Stampa, cuya participación en la historia le parece “testimonial” aunque sin embargo cree que tiene un “profundo conocimiento” de su origen

La Mesa del Senado está ya en estos momentos analizando la petición del ex presidente del Cabildo de Lanzarote, ex alcalde de Teguise, ex senador y ex casi todo en la política local de Canarias Dimas Martín Martín, quien, como adelantó este diario, presentó el pasado 16 de mayo un escrito en la Cámara Alta en el que solicita a su presidente, Pedro Rollán Ojeda, que incluya dentro de una nueva comisión de investigación de las que se están realizando ahora con motivo de presuntos casos de corrupción como el de las mascarillas otro que analice lo que para él también lo es, el conocido como caso Unión. En este caso, el presidente del a Comisión de Peticiones, Ángel Luis González Muñoz, le ha contestado a Martín en una carta enviada el pasado 6 de noviembre, carta en la que le confirma que en la sesión que celebraron el pasado 22 de octubre entendieron que había fundamento para que el asunto se tramitara y se llevara finalmente a la Mesa, que es la que debe decidir si acepta de forma definitiva la petición y crea la comisión específica o incluye lo propuesto en otra de las investigaciones ya abiertas.

Tras dejar claro que el asunto que puso patas arriba la vida social, política y económica de Lanzarote en el año 2009 le parece un “acto grave de corrupción” llevado a cabo de forma premeditada por miembros del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con el fin de atentar contra sus derechos fundamentales, los de los integrantes del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) y los del conjunto de los electores, solicita que se incluya entre los posibles comparecientes al eurodiputado electo y ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar, al que vincula con una supuesta autoría intelectual de lo acontecido, al actual senador socialista Manuel Fajardo Palarea, como uno de los posibles colaboradores y beneficiario de los resultados del proceso, al capitán de la Unidad Central Operativa (UCO) que estuvo al mando de la fuerza interviniente, destinado posteriormente al Parlamento Europeo cerca del destino del propio López Aguilar, al fiscal Ignacio Stampa Fuente, no por su participación que a su juicio fue testimonial sino por el “profundo conocimiento que tiene del origen de la misma”, a Carlos Espino Angulo, por ser el autor de la grabación en la cafetería Unión de Arrecife que dio origen al caso y que podría haberse hecho de forma clandestina, y a él mismo, por ser uno de los principales damnificados en todo lo que sucedió. Martín, que fue un indiscutible líder del nacionalismo en el Archipiélago que sin embargo ha estado entrando y saliendo de prisión en los últimos veinte años, fue finalmente sin ser cargo público la única persona condenada en las cuatro piezas en las que se dividió el polémico asunto.

Atendiendo a su condición de ex senador por Lanzarote adscrito al Grupo Mixto durante las legislaturas IV y V y a los artículos 192 del Reglamento del Senado y 77.1 de la Constitución Española, Martín reclama que sea incluido en la comisión de investigación correspondiente, tanto en una nueva como en alguna de las ya creadas para el esclarecimiento de la posible corrupción cometida por diferentes dirigentes del PSOE, todo lo concerniente a la operación Unión, una operación dirigida por el juez César Romero Pamparacuatro en la que se pincharon los teléfonos de decenas de personas en Lanzarote y en la que se detuvo también a muchas de ellas, algunas de las cuales, como es el caso más llamativo y grave, el del ex secretario general del PSOE en la Isla Segundo Rodríguez, que pasaron meses en prisión preventiva para luego ni siquiera llegar a ser juzgados.