Zonzamas se convierte en la primera planta de biometanización en activo en Canarias
Fotos: Jesús A. Porteros/Cabildo
La presidenta del Cabildo, Manuela Armas, acompañada del catedrático Joaquín Ordiérez, Ingeniero Industrial de la Universidad de La Rioja, quien ha participado en la viabilidad y puesta en marcha de la planta de biometanización, recorrieron este miércoles las instalaciones de Zonzamas.Durante la visita, el grupo pudo comprobar el funcionamiento de la que es la primera planta de biometanización en activo en Canarias.
De acuerdo con las instituciones y aprovechando la configuración especial de Lanzarote, se ha propuesto e implementado un cambio en el modelo de gestión que evita la confusión de residuos orgánicos e inorgánicos. Según el informe aportado por el Cabildo, ahora cada planta tiene alimentación separada. Así biometanización procesa de modo directo los lodos de las depuradoras y, cuando se finalice el concurso de aprovisionamiento que está desarrollando el Cabildo de Lanzarote, se alimentará también de materia orgánica pura, recogida especialmente en los hoteles, como grandes productores de este tipo de residuo.
Esta filosofía, plenamente alineada con la reciente directiva de gestión de residuos, aprobada el 17 de junio de 2008 por el Parlamento Europeo, permite que la planta comience a trabajar, si bien no a plena carga, pero que podrá ir subiendo conforme la recogida selectiva de la fracción orgánica vaya siendo más amplia.
Para entender esta actuación tenemos que tener en cuenta que todos los procesos de degradación de la materia orgánica desprenden gas. Cuando la descomposición se realiza en condiciones anaeróbicas, o sea, con falta de oxígeno, el biogás liberado contiene mayoritariamente un hidrocarburo, el metano, y dióxido de carbono. La biometanización es, por tanto, un proceso industrial controlado que permite generar eficazmente biogás, un producto valorizable, a partir de la fermentación de la fracción orgánica de los residuos. Este proceso incluye varias fases, posteriores al pretratamiento en seco, en las que intervienen microorganismos diferentes que actúan en condiciones cambiantes. El proceso inicial es aeróbico, aunque la producción del metano se realiza en condiciones estrictamente anaeróbicas.
La hidrólisis es la primera fase de la degradación de la materia orgánica en la que participan las bacterias hidrolíticas o acidogénicas. Se produce en condiciones aeróbicas y anaeróbicas y consiste en la rotura de las membranas celulares y la descomposición de las macromoléculas orgánicas (polisacáridos, lípidos, proteínas) en moléculas más simples (ácidos orgánicos, alcoholes, cetonas, hidrógeno y dióxido de carbono), que pueden ser fácilmente atacadas por los microorganismos.
En la segunda fase, o acetogénesis, actúan las bacterias acetogénicas, transformando las nuevas moléculas para producir ácido acético, hidrógeno y dióxido de carbono. El uso del oxígeno disuelto en agua por parte de estas bacterias provoca que este elemento se agote, transformando las condiciones aeróbicas iniciales en anaeróbicas.
En la última fase, o metanogénesis, intervienen las bacterias metanogénicas, que utilizan el ácido acético como fuente de materia y energía y el dióxido de carbono y el hidrógeno para la respiración. Como subproducto de la respiración producen metano.
Como resultado de la biometanización se obtiene biogás formado por metano y dióxido de carbono a partes iguales, y una pequeña fracción de hidrógeno, nitrógeno y sulfuro de hidrógeno. También obtenemos en este proceso un subproducto digerido formado por fangos de materia orgánica fermentada.
El biogás es un combustible renovable útil para generar electricidad y calor y para ser utilizado en los vehículos de motor como sustituto de los combustibles fósiles.
En Zonzamas se partía de dos plantas, configuradas en serie, para que la primera, de clasificación separase los materiales aprovechables vía recuperación y reciclado y, para que la fracción de rechazo con mayor contenido orgánico pudiera ser tratado en la segunda.
Debido a que el diseño no había contemplado las características correctas de esa fracción de residuo, ante las dificultades para discriminar la elevada tasa de fracción de vidrio, 23 por ciento, esta alimentación no era posible. Este hecho hacía que la planta construída no fuese eficiente.
Zonzamas consta de un digestor de 4500m3 de capacidad que actúan como reactores de fermentación anaerobia y en los cuales regulamos la temperatura y aseguramos la homogeneización de los materiales para facilitar la actuación de los microorganismos. La incorporación de nueva pulpa (materia orgánica y agua, en unas proporciones de 10 y 90% respectivamente). La carga de los digestores es continua, de manera que la renovación de materia orgánica se realiza sin detener el proceso, de la misma manera que la salida de los fangos ya fermentados y del biogás. El proceso de fermentación tiene una duración de unos 18 días.
El biogás producido se envía a un gasómetro para alimentar desde ahí unos motores de cogeneración Jenbacher (fabricados por General Electric), con una potencia de 2MW. Ahí se genera electricidad que se envía a la red.
La planta estaba concebida para gestionar 36000 T/año de esta fracción orgánica de los residuos de la planta de clasificación.
En la actualidad se ha arrancado la planta en frio, en los plazos comprometidos, se ha llevado a cabo el arranque en caliente, y ahora se está procediendo con el arranque de los motores de cogeneración, si bien, para su funcionamiento sostenido se precisará que la recogida selectiva de orgánica sea un hecho.
Sen embargo, éste es un proceso de mejora continua y ahora se deben ir realizando otras mejoras para ir tratando de cumplir con los objetivos que fija el RD 1481/2001, de 27 de diciembre por el que se regula la eliminación de residuos y se establecen plazos de optimización de la gestión. En las tareas de mejora contínua constituye un objetivo principal lograr una colaboración y participación activa de los ciudadanos en la gestión de los residuos mediante la correcta separación y depósito en los contenedores de cada fracción de residuos.