Unas cien familias reciben dinero de Servicios Sociales de Arrecife para poder llegar a fin de mes
Hace unos días aparecían varios mensajes en el foro de la edición digital de este periódico que criticaban que hubiese voluntarios y organizaciones no gubernamentales que se fueran a ayudar a otros continentes, cuando en la propia Lanzarote había personas que estaban pasando miseria. Para otros, hablar de condiciones extremas en la Isla es exagerar.
El departamento de Servicios Sociales de Arrecife es el encargado de gestionar las ayudas económicas a familias en situación precaria. Su responsable, Emilia Perdomo, dice que “sí hay casos de pobreza pero los vamos paliando entre el Ayuntamiento y ONGs como Cáritas, que no hay que olvidar que está subvencionada por el Consistorio”. Lo matiza porque “oí por ahí unos comentarios de gente que tenía que ir a Cáritas, a Calor y Café o a Sor Ana porque Servicios Sociales no les ayudaban cuando somos nosotros los que les subvencionamos a ellos”. Comenta que “nosotros también procuramos ayudar a cubrir todas las necesidades básicas que tienen los ciudadanos del municipio y que por las circunstancias que sean, no pueden hacerlo por ellos mismos”.
Asegura que “hay unas cien familias que no pueden realmente cubrir esas necesidades básicas y que por eso acuden a Servicios Sociales para que les echemos una mano consiguiendo alimentos o pagando alguna factura como la luz o el agua que tengan pendiente”.
Otra medida que llevan a cabo es propiciar que las personas que están en el paro encuentren un trabajo, aconsejándoles dónde tienen que ir.
Piensa la edil que “aunque se hayan incrementado las cifras del desempleo en la Isla, hoy por hoy, todavía hay trabajo y nosotros ponemos a mucha gente en contacto con empresas de trabajo temporal y procuramos que hablen con la gente de Desarrollo Local para que intenten volver al mercado laboral”. Comenta que “luego hay gente que lo acepta y gente que no”.
Sin embargo, sí reconoce que el sector de la Hostelería y la Construcción han frenado el índice de contratación o incluso han dejado a muchas personas en la calle y ya no es tan fácil encontrar un empleo como antes pero “se está alarmando a la sociedad demasiado porque la situación no es tan alarmante”.
No llegan a fin de mes
“No se puede decir que sea una situación generalizada ni que sea una cifra alarmante pero sí es cierto que hay personas que con la subida de las hipotecas no pueden hacer frente al pago del agua y la luz o los alimentos”, asevera.
Piensa que los casos de las personas que van a comer a Cáritas no son familias de la Isla sino individuos aislados que han elegido vivir en la calle y sin trabajar.
Esto contrasta en parte con datos aportados por la propia Organización que asegura que cada vez son más personas alejadas del concepto que tenemos de indigente las que se acercan al comedor. Es más, desde otras asociaciones se comenta que es habitual que hombres divorciados con trabajo que tienen que hacer frente a muchos gastos recurran a este tipo de ayuda humanitaria. Dice la concejal que “son los menos; en general la gente que va son los sin techo”.
Está claro que el departamento de Servicios Sociales no está concebido para regalar el dinero alegremente. Por eso, para que una familia se haga con una de estas dotaciones económicas, ha tenido que ser el objeto de un estudio minucioso que deje claro cuál es su situación real. Comenta Perdomo que “la trabajadora social hace un informe, se abre un expediente y se va viendo las entradas de dinero que tienen, los gastos, los hijos y en base a ese análisis se concede o no una ayuda o se le pagan los recibos pendientes”.
Crisis psicológica
Si bien el otro día se daba a conocer que el Ayuntamiento de Tías estaba dando vales para alimentos a los vecinos del municipio, Emilia Perdomo asegura que en Arrecife esto se lleva haciendo mucho tiempo. Dice que “aunque estas medidas pueden sonar a épocas de guerra o de hambrunas, la crisis que hay es más psicológica ya que sí es cierto que han subido las hipotecas, hay falta de trabajo y el euro no da para tanto como la peseta pero no es alarmante”. Explica que “hace ya mucho tiempo que estamos dando estos vales para los supermercados porque a una familia un mes le puede surgir algo, como nos ha surgido a todos, que impide que pueda hacer frente a los gastos y se le ayuda con este tipo de fórmula”. Comenta que “en lugares como Tías o Yaiza no están acostumbrados a los vales porque la mayor masa de población vive en Arrecife”.
Opina que “cuando viene un hombre o una mujer lo hace ya en una situación desesperada y he visto casos de gente llorando porque no les gusta tener que recurrir a un organismo como éste para que se les dé dinero”. Cree que “aunque normalmente las personas recurren a la familia para que les eche una mano, hay padres y hermanos que tampoco están para ayudar”.
Niños y mayores
El Ayuntamiento capitalino va a centrarse estas navidades en ayudar a dos grupos poblacionales especialmente sensibles, los niños y los mayores. Para los primeros han preparado una obra de teatro infantil que tendrá lugar el día 22 de diciembre en el cine Atlántida, a la que se podrá acceder a cambio de un juguete nuevo que deberá depositarse en La Recoba. Estos juguetes servirán para echar una manita a los Reyes Magos en su reparto de la noche del 5 de enero. Comenta que “lo que no nos hemos planteado nunca es recoger juguetes usados que puedan estar en buen estado; eso sería otra campaña”.
En cuanto a los mayores, dice que aunque ningún centro de día puede permitirse abrir para que noches como las del 24 o el 31 los mayores que están solos no pasen el trago sin compañía, el resto de horas y días hay organizadas numerosas actividades en las que pueden participar, como el brindis o el reparto de aguinaldos.