Échate a la calle

Ahora me ves por la calle y me vienes a contar que si lo hubieras sabido de antemano no habrías acudido a votar. No es mal chiste. A buenas horas mangas verdes. ¿Qué ha descubierto ahora que no sabía antes toda esta tropa que vota?

Te habrá llegado por correo electrónico ese comunicado que no viene firmado por nadie y que convoca a una manifestación de protesta, allá para el 20 de junio, a las 19:30 horas (siete y media de la tarde, en cristiano) en la Ciudad Deportiva de Arrecife. Alegan los anónimos convocantes las mismas o muy parecidas razones que te contaba aquí hace unos días, en la columna titulada “Parálisis absoluta” (título obvio y redundante donde los haya, ya lo sé). Por si no te ha llegado el correo, te lo leo: “Nos concentramos en silencio en protesta por la gestión política [si la hubiera o hubiese, añado por mi cuenta y riesgo] de la isla de Lanzarote, los políticos con su mala gestión y sus malas inversiones nos han hecho perder un auténtico dineral en subvenciones de Europa, del Gobierno español y del Gobierno autónomo. Tanto el Cabildo como todos los ayuntamientos de la isla están endeudados, mientras sus sueldos y los cargos de agradecidos aumentan. Se ríen de nosotros, meten la pata y aquí no pasada nada. Por eso decimos: YA ESTÁ BIEN. Quejarse cuando nos juntamos en el bar no sirve de nada. Todos los que estemos ahí estaremos en contra de la gestión política en Lanzarote, sin siglas, sin lemas, en silencio. Los que no venga, ¿estarán a favor?”.

La redacción del cartel del comunicado está un poco torturada, como suele ser habitual en estas convocatorias. En el otro texto del correo se hace hincapié en que “nuestros políticos llevan muchos años gestionando pésimamente nuestro dinero. Por eso decimos YA ESTÁ BIEN de deudas extrapresupuestarias, subidas de sueldos, liberados, asesores y enchufados, deudas millonarias de Inalsa, inauguraciones antes de las elecciones que un año después siguen sin ser disfrutadas por el pueblo, despilfarro presupuestario en fiestas, cenas y asistencias a ferias de infinidad de personajes. El Cabildo y los ayuntamientos están endeudados. ¿Dónde están las inversiones del vertedero insular, el parque eólico o el muelle deportivo? ¿Por qué se permite construir a los poderosos sin necesidad de permisos ni licencias? ¿Por qué tenemos que pagar nosotros una metedura de pata política con el laudo de Inalsa?”.

Ya te lo contaba aquí hace unos días: la parálisis institucional es absoluta. Y no hará falta que me lo vuelvas a jurar: ya sé que a ti también te avergüenza la situación. Y tú, que acudiste a votar y ahora te arrepientes, te preguntas qué culpa puedes tener de esta situación. Si te callas ante la misma tienes, como mínimo o como poco, una parte alícuota de culpa. Si te inhibes ante el escándalo mayúsculo de la total inacción institucional, eres un ratito culpable. Sé que sientes ahora justo la misma vergüenza que les falta a los principales culpables del estancado esperpento. No hará falta que me lo vuelvas a jurar cuando te encuentro por la calle. Todos lo sabemos, o al menos lo intuimos, aunque casi nadie lo cuente. Pero también a los demás hay que entenderlos: tienen familia y bocas que alimentar. Aunque miren para otro lado, hay que ser comprensivos y compasivos con ellos. (de-leon@ya.com).