Loly, de bombera a pirómana
La todavía presidenta de la gestora “provisional” (ejem...) del Partido Popular en Lanzarote, doña María Dolores Luzardo de León (Loly para los amigos y demás personas piadosas), va a abandonar el cargo dejando cargas de profundidad contra quienes ella entiende que son enemigos o enemigas intramuros del partido, que se los ha ido ganando a pulso por su afán acaparador de otros cargos, como ha quedado más que demostrado con las deserciones en masa que se han producido en el PP en los últimos años... mientras ella, al grito de “ande yo caliente y ríase la gente”, miraba para otro lado.
La mano izquierda no es el fuerte de Loly, cuya total carencia de tacto político la lleva a intentar matar moscas a cañonazos. Lo acaba de hacer de nuevo este martes al declarar en este mismo medio que ella apuesta de forma clara y decidida por una concreta candidata a ocupar la presidencia pepona en Lanzarote. Si sólo estuviéramos hablando de una candidatura oficial o decidida de antemano y por unanimidad, sería lo lógico y lo propio que la actual presidenta provisional (ejem...) saliera en su defensa. Pero Loly sabe que hay otros candidatos (o candidatas) potenciales, a los que acaba de dejar (al ningunearlos sin nombrarlos) a los pies de los caballos.
En verdad les digo que tanto me da que la próxima presidenta del PP conejero sea Juana o su hermana. Pero siempre hay que guardar las formas. Y Loly parece tercamente empeñada en sostener y no enmendar esa fea manera de moverse cual camello en cacharrería, dejando siempre cadáveres por el camino. Esta penúltima “luzardada”, ciertamente, ha sido muy poco elegante. Y tampoco creo que sea inteligente, y mucho menos positiva para el partido a la larga. Incluso a la corta: en caso de duda, véase no más cómo están ya los foros digitales y cuales echando fuego por los teclados...
Recordábamos en esta misma tribuna hace unos días que en Lanzarote el PP presentó como candidata al Senado a Astrid Pérez en las últimas elecciones generales. Salió elegida Loly Luzardo, a la que siempre le toca la lotería incluso cuando no compra números. Hay que aclarar, puestos a contarlo todo, que Loly es senadora por la Comunidad Autónoma o Autómata de Canarias, y no por Lanzarote, que ya está más que bien representada en el Senado por un muchacho de cuyo nombre nunca logro acordarme.
También conviene aclarar que Loly no abandona la presidencia de la gestora Duracell “motu proprio”, pues se sabe que pretendía presentarse a candidata a relevarse a sí misma. Al final no le quedó más ni mejor remedio que aceptar a regañadientes la “sugerencia” que le llegó desde las alturas peponas. En vista de cómo había dejado ella el patio -tan revuelto-, se le “sugirió” que diera un pasito a un lado y deje paso a otra gente. Ahora, su “decidida” apuesta por una concreta persona para sustituirla a ella en el cargo no tiene nada que ver con la fe que Loly le profesa a esa candidata, y sí mucho con las ganas que tiene de cortarles la hierba bajo los pies o hacerles la cama a otros posibles aspirantes, a los que ha intentado quemar de antemano lanzando bulos sobre supuestas ambiciones desmedidas (eso en boca de Loly tiene gracia) y similares “piropos” sobre esos posibles, probables, presuntos o presumibles candidatos que no son de su cuerda o no le terminan de caer en gracia a ella. Morir matando, que lo llaman. (de-leon@ya.com).