Mujeres, marujas y más mitos
-Chacho, ¿tú has leído esta noticia que trae el periódico que dice que es mentira eso que siempre se ha dicho que las mujeres hablan más que los hombres?
-No.
-¿No qué? ¿Que no lo has leído o que no lo sabes?
-Ni lo sé ni lo leí, ni falta que me importa...
-Claro, la verdad no te interesa. Chiquito machango. Pues que lo sepas que es así. Escucha que te lo leo, para que veas que no me lo invento: “Ocho años de investigación, un desarrollo propio de sistema de grabación y cuatrocientas participantes han demostrado que el estereotipo, sostenido incluso por neuropsiquiatras, de que las mujeres hablan mucho más que los hombres es falso”. ¿Lo ves? Eso es falso. ¿Tú me estás oyendo, inútil?
-Sí, claro...
-Aquí lo pone bien clarito: “Tanto la mujer como el hombre emplean unas 16.000 palabras de media cada día. Así lo prueba el primer registro sistemático que se hace de conversaciones naturales de cientos de personas en un amplio periodo de tiempo. No creas que son cosas mías. ¿Qué, no tienes nada que decir?
-No.
-Y tampoco pienses que esto lo publica la revista “Pronto”, de la que tú tanto te ríes cuando me ves a mí con ella, sino la prestigiosa revista “Science”, que es la más seria que hay del mundo y parte del extranjero. Oh, con decirte que le dieron el año pasado el Premio Príncipe Chinijo del Rey de Asturias, imagínate. Para que veas.
-Ya veo.
-Mira cómo lo titula el periódico ABC: “La verborrea no tiene sexo”. ¿Lo entiendes, babieca? Y no creas que el artículo lo firma una mujer, que ya sé que eres un mal pensado, sino Pedro Rodríguez, el corresponsal en la capital de Estados Unidos de América del Norte. Dice que la investigación se hizo con voluntarios gringos y mexicanos, y que ha dejado muy clarito que no hay una correlación entre género y locuacidad, ya que tanto hombres como mujeres hablan con el mismo número de palabras, aunque yo creo que nosotros sabemos utilizarlas mejor porque no perdemos el tiempo hablando de fútbol. Aquí lo pone también. Te lo leo, desconfiado: “Cae el mito de que una conversación entre dos hombres puede resolverse con unos cuantos monosílabos mientras que una charla entre dos amigas se prolonga fácilmente durante horas, e incluso durante toda una vida. Toda esta presunción del cotorreo femenino ha quedado cuestionada por este experimento empírico, dirigido por un profesor de Psicología de la Universidad de Arizona, (y no la de la Laguna, como seguro que tú ya andabas pensando), y se ha basado en las conversaciones de estudiantes universitarios a ambos lados del Río Grande. Los jóvenes han recibido una grabadora digital, que en determinados momentos de su rutina diaria entraba en funcionamiento. Tras las correspondientes transcripciones y contabilidad, el resultado final es que hombres y mujeres pronuncian al día una cantidad similar de palabras, con medias de 16.215 en la columna femenina y 15.669 en la masculina. Es decir, prácticamente lo mismo entre ellas y ellos. Esto echa por tierra los datos barajados por la neuropsiquiatra Louan Brizendine (la peor enemiga de una mujer siempre es otra mujer, yo siempre lo he dicho). Esta machanga, profesora de la Universidad de California, había dicho previamente en su libro ‘El cerebro femenino', con trece ediciones vendidas de su tratado, que la mujer utiliza por término medio 20.000 palabras al día, mientras que un hombre satisface sus necesidades de comunicación con 7.000. Y ahora acaba de afirmar ella también que el problema no es necesariamente que las mujeres hablen más sino quizá que ‘los hombres realmente no quieren escuchar'. ¿Tú me estás escuchando?
-Sí.
-Ya sabía yo que eso de que las mujeres habláramos de la cuenta más era un mito. Una leyenda urbana, como la llaman ahora. Eso son cuentos. ¿Tú te das cuenta?
-Cuentos, claro. (de-leon@ya.com).