Presupuestos Manuela. A ver si cuela...

El caótico Cabildo conejero invertirá en 2008 (no hagan rimas fáciles, por favor) unos 13 millones de euros menos que en 2007. Pareado elemental: duro arriba o abajo, esto se va al carajo. Toca apretarse el cinturón, excepto si eres miembro -o miembra- del desnortado grupo de (des)gobierno cabildicio, o cargo de confianza o confianzado asesor de la nada elevada al cubo (de la basura).

Fue conocerse la noticia (por otra parte, más que esperada), y los foros digitales y cuales se llenaron de mensajes poniendo de vuelta y media a la presidenta, doña Manuela la bienpagada, y compañeros de viaje proa al marisco. Ya avisamos de esa hipoteca aquí mismito no más se tomó como primerísima medida, en el primer pleno celebrado por el flamante y ansioso grupo de gobierno PSOE-PIL, la subida de los sueldos de los consejeros con salero: los lanzaroteños le íbamos a estar recordando a Manuela y compañía esa obscena subida salarial durante todo lo que dure el mandato. Con más razón y motivo cada vez que estos dirigentes diligentes con lo suyo -su soldada- nos proporcionen noticias como la que comentamos en el primer párrafo.

Aquellos autoadjudicados sueldazos ya están aprobados oficialmente y no hay vuelta atrás. No hay quien los mueva... como no sea otra vez al alza. Desengáñate, no escucharás ni siquiera a ningún miembro -o miembra- de la oposición protestar por eso, no vaya a ser que mañana o pasado mañana cambien las tornas y se puedan encontrar ellos con la pájara echada, por decirlo en canario. Hoy por ti, mañana por mí. Todo queda en casa Cabildo. Todo para los caraduras de la política degradación y el trinque institucionalizado. Sostiene Manuela.

Lo van diciendo por las esquinas, o te lo reconocen en la barra del bar cuando llevan alguna copa de más, los más desvergonzados de ese mismo equipo de privilegiados que utilizan la democracia para ciscarse en ella: “Con este asunto de los sueldos siempre pasa lo mismo: se habla de ello tres días en los periódicos, y a la semana siguiente ya nadie se acuerda de eso”. Lo peor es que van cargaditos -alcohol aparte- de razón. Una razón que se la concedemos nosotros mismos, los desmemoriados de los medios de comunicación, los amnésicos lanzaroteños que pagamos la obscena soldada a los que sólo han tenido vista para ver un agravio comparativo, el que más les afecta a ellos: los consejeros cabildicios de Fuerteventura cobraban más (“concejeros” los llama el responsable de las páginas de Cultura de un periódico canarión, con dos... c). No se mira si sus colegas majoreros trabajan más o son más eficientes (la cesta de la compra, un suponer, es allí menos onerosa que por aquí, a lo mejor porque los políticos de ahí al lado no se han limitado a hacer como que hacen algo por arreglar esa situación tan alarmante como injustificada).

Muchos seguimos sin entender cómo es que no están legalmente regulados los sueldos de concejales o consejeros, de la misma manera que está estipulado el número de ediles que corresponde a cada ayuntamiento arreglado al número de habitantes del municipio. No se entiende... o se entiende demasiado bien. (de-leon@ya.com).