Zapatero conejero

Salvo cambio de última hora, o inesperados y graves acontecimientos que le chafen los planes previstos de antemano, en unas semanas volverá a Lanzarote el presidente del Gobierno de lo que va quedando de España (o Expaña, que dicen los coñones) a pasar sus merecidísimas vacaciones de verano por aquí abajo, en territorio de ultramar. Y que sea en buena hora, porque de enhorabuena ya está el sector que pende y depende más directamente de promociones como las que invariablemente le acarrea a la isla visita tan principal, más aún en estos tiempos tontos de crisis o eufemística desaceleración galopante.

No ha tenido excesiva suerte ZP las veces anteriores que ha estado vacando por esta pobre islita rica sin gobierno conocido, pues esas estancias casi siempre se han visto interrumpidas por la declaración de algún incendio gordo en la Península o accidentadas por la mala pata que acompaña al presidente cada vez que se pone a imitar a Gasol en la pista de baloncesto de su residencia, o cuando que se tira al agua y hay que salvarlo de ahogarse, como le ocurrió en La Graciosa, en un episodio muy poco conocido y mucho menos aireado por la prensa. Eso por no hablar de la locura reformista que le entra a su señora esposa cada vez que se pone a “tirar unos tabiques” en La Mareta; unos caprichitos que nos han costado a todos unos buenos millones de las periclitadas pesetas (no las llames “antiguas pesetas”, pues no consta que existan nuevas). Por cierto, la vendida y siempre políticamente correcta Real Academia de la Lengua acepta de mil amores el disparate de “concejala”, como si concejal fuera o fuese masculino si no lleva artículo determinado previo, pero ha dejado caer en el olvido “periclitada”, término precisamente periclitado en la última edición del DRAE. ¿No fumas, inglés?

Con el estío nos llega el tío que más pita en la política nacional. Regresa a Lanzarote por unos días el presidente sin discurso pero con cuota que acabó con los ocho años del aznarato en el último y ensangrentado minuto del partido (recuérdese no más el 11-M, que todavía colea). Y, como nació con una flor en el traste, como es triste fama, este año encima tendrá la certeza de que no se topará en ningún momento ni en ningún sitio (mucho menos en el Cabildo donde reina pero no gobierna su ahora correligionaria Manuela Armas) con Pedro Hernández (Perico para los amigos y demás personas piadosas) vestido/revestido de cogepiche o asustachinijos.

Por eso lado, el descanso de ZP será completo. Así que toca dejar descansar en paz al hombre tranquilo que busca la falsa tranquilidad lanzaroteña. Que no le importunen curiosos, cámaras, camareros, camaradas o culichiches del cotilleo y del cotorreo impreso, catódico o catatónico. Dejen descansar a ese hombre, por caridad cristiana, que vuelve a tener ahorita mismo, por segunda legislatura consecutiva, a España (o lo que queda de ella) en la cabeza, si la hubiera o hubiese. (de-leon@ya.com).