Otras áreas como medicina interna o neurología son copadas casi íntegramente por españoles

El 75% de las mujeres ingresadas en obstetricia son inmigrantes

Sin embargo, no se puede decir que las personas que llegan de otros países sean las que colapsen los servicios sanitarios

Es una leyenda urbana. A pesar del incremento de población inmigrante en España, según los datos aportados por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, ni mucho menos son los culpables del colapso de los servicios sanitarios. Es más, aseveran que los extranjeros acuden la mitad de veces al médico que nosotros y casi siempre en casos de urgencia. Además, la inmensa mayoría de las dolencias que les llevan al hospital no son causa de enfermedades traídas de su país, sino la consecuencia de una mala situación laboral y condiciones de vida precarias.

María José Costa es la recientemente nombrada nueva directora del área de Salud de Lanzarote y opina que “la realidad en nuestra Isla y en Canarias en general es diferente a la de la península aunque lo cierto es que los datos que manejamos hablan de la atención sanitaria global y no distribuida por nacionalidades”. Aún así, cree que “sí es cierto que como la población inmigrante es joven, hay servicios que son mucho más utilizados por ellos que por nosotros y al revés, determinadas áreas en las que sólo hay población autóctona”. Explica que “servicios como obstetricia o pediatría relacionados con mujeres en edad fértil tienen mayor afluencia de inmigrantes porque sus tasas de natalidad son mayores”. Precisamente éstas son áreas que conoce bien porque fueron su última ubicación antes de desempeñar el cargo de directora del área de Salud, y asegura que “un 75% de las personas que estaban ingresadas no eran españolas sino mujeres latinoamericanas, marroquíes o de Europa del Este”.

Inmigrantes jóvenes

Los inmigrantes que llegan a Lanzarote son jóvenes, una población que por lógica, acude menos al médico que las personas mayores. Como explica Costa, “tenemos la imagen del que viene en patera muy debilitado y con el cuerpo destrozado pero todos sabemos que la mayor parte de la inmigración no llega en patera, sino por el aeropuerto y suelen ser personas sanas y bien alimentadas”. Dice que “si miramos los datos a grosso modo vemos que medicina interna o neurología son especialidades más frecuentadas por españoles”. Asegura que “no es que los inmigrantes vayan más al médico o se enfermen más; es que ya hay muchos inmigrantes viviendo en Lanzarote y lógicamente también acuden a los centros de salud”.

Malas condiciones de vida y trabajo

Otro de los mitos que se rompe es que los inmigrantes traigan enfermedades de sus países. Si acuden al médico es porque sufren unas malas condiciones en sus trabajos o porque su vida diaria se hace a base de pocos lujos. Según Costa, “cuando uno se va de su país lo hace buscando una vida mejor pero a veces la encuentra y otras no”. Piensa que “el estar lejos de su familia y tener que adaptarse a una cultura, un clima, un idioma o unas condiciones laborales en ocasiones pésimas no favorecen que se tenga una buena salud y puede contribuir a desarrollar nuevas patologías”. Es más, asevera que conoce muy pocos casos de inmigrantes que hayan traído alguna enfermedad de su país.

Situación irregular

Dentro de la población que ya se ha establecido en la Isla hay personas que tienen legalizados sus papeles y otras que están en una situación irregular y que sólo cuando se encuentran realmente mal acuden a un centro sanitario. “Gracias a Dios tenemos un sistema de salud muy generoso y atendemos a todo el mundo, tenga papeles o no pero está claro que evitan venir y muchas mujeres cuando dan a luz ya te dejan claro que no van a apuntar al niño en ninguna parte”. Dice que “se les nota en la cara”. Lo que no entiende es que haya gente que no sea tan generosa como el sistema de salud y que “no quiera que se atienda a las personas sin papeles porque con la suerte que tenemos nosotros, no querer compartir un hospital con ellos, con lo que han pasado, no es de condición humana”. Piensa que “hay que tener horchata en lugar de sangre para que cuando ves los cuadros que hay pensemos si esa persona cotiza o no”.

Destaca Costa que los inmigrantes tampoco se quedan fuera de las campañas de prevención en Lanzarote y que “los que están regularizados y tienen su tarjeta sanitaria están metidos en todas las campañas de vacunación y nosotros les damos el calendario de visitas al médico para los niños”. Dice que “el problema llega con la gente sin papeles porque no están metidos en una base de datos y no sabes nada de ellos”. Por eso cree que “lo que habría que conseguir es que todo el mundo tuviera sus papeles y su tarjeta sanitaria para evitar estos conflictos”.

Lenguaje de signos

La falta de intérpretes es una de las principales quejas que se dan por parte de la clase médica; algo difícil de solventar, teniendo en cuenta la cantidad de nacionalidades distintas que existen en Lanzarote. Dice que “normalmente nosotros tenemos unas hojas escritas en español y en inglés, francés, alemán..., los idiomas más comunes pero no podemos tener hojas para los chinos que además hablan dialectos, así que tenemos que recurrir al lenguaje de los signos”. Otro problema llega cuando los pacientes ni siquiera saben leer y no pueden interpretar lo que está escrito.

También destaca Costa que es poco habitual que los inmigrantes acudan a médicos especializados en áreas como la psiquiatría porque no tienen esa cultura, aunque reconoce que esto también es algo frecuente entre la población española y que “a mis padres jamás en la vida se les hubiera ocurrido ir a un psicólogo; ni incluso a mí, y eso que está claro que son personas que pueden mejorar mucho nuestras condiciones de vida”.