El presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, se reunió con él y le deseó suerte en su arriesgada aventura

El ex senador Joel Delgado quiere ahora ser el primer lanzaroteño que asciende un 7.000

Joel Delgado con un experimentado guía que les llevará a la cumbre.

El ex senador Joel Delgado se ha propuesto este año ser el primer lanzaroteño que consigue hacer cumbre en una montaña de más de 7.000 metros, un reto ya al alcance de muy poca gente. Lo va a hacer en este mes de octubre, cuando se cumple un año de la aventura que le llevó a ascender un 6.000.

Imagen de la subida al impresionante 7.000.

La expedición en la que participa Joel Delgado salió este lunes desde Katmandú hasta la región de los Annapurnas para iniciar el ascenso a la cumbre Himlung Himal, primero antes de iniciar los más de 8 días de trecking y después los 4 o 5 días de ascensión. Antes, dentro de un proyecto que no es nada sencillo, tienen que estar dos días de viaje en coche por carreteras de tierra y en muy mal estado; desde el terremoto de 2016 muchas de las ya pobres infraestructuras de la zona, tal y como recuerda su equipo a este diario, quedaron bastante tocadas.

El campamento base desde el que deben prepararse.

Delgado comenta que en esta expedición que busca superar los 7.000 metros de altura viajan dos sherpas nepalíes, que acompañan a 3 españoles y 2 alemanes que quieren realizar el reto.

Desde el lunes le quedan a la expedición varios días: primero, horas de caminatas entre caminos empedrados, gargantas, montañas y pasos de alta montaña para llegar a la región de base, y varios días de trekking lento y de ascenso para aclimatación de ascenso, tomando poco a poco cada uno de los tres campamentos que tiene la montaña

La expedición durará aproximadamente entre 25 y 30 días.

El deportista lanzaroteño en pleno traslado.

Delgado, que ya estuvo el año pasado subiendo el Imja Tse, se muestra confiado en volver a repetir el éxito de la edición pasada. Es una montaña que mide 7.129 metrós que está dentro de las 60 montañas más altas del mundo, un paso previo para adquirir experiencia de cara a un 8.000.

El alpinismo, como recuerda el ex senador a este diario, es una modalidad poco practicada en Canarias, pero no por ello igual de interesante y accesible para sus habitantes, que como él pueden disfrutar de la alta montaña y aprender en condiciones realmente extremas cómo afrontar pruebas de este tipo, no exentas de notable riesgo.

“A las duras condiciones climatológicas hay que sumarle las más que esperadas fiebres, diarreas y mareos como consecuencia de la alimentación y las condiciones higiénicas en las que se viven en esos días, la falta de descanso y el trabajo en altura, donde este se convierte en más que peligroso si no se actúa correctamente. En 2019 en esta misma montaña fallecía un montañero aragonés de bastante experiencia por este hecho”, rememora Joel Delgado.

El ex senador disfrutando de uno de los pocos momentos de lujo que tuvieron antes de iniciar la aventura.

Este viaje ha sido posible gracias a la colaboración de numerosos patrocinadores, como la imprenta Bestia al Print y el restaurante Volcan De La Corona, que repiten para ayudar a cumplir esta meta para el deporte de lanzaroteño. Delgado también quiere agradecer al presidente de Cabildo, Oswaldo Betancort, que le deseó suerte y toda la fuerza del mundo para poder culminar con éxito esta increíble aventura.

En total, el tiempo que se destina a esta expedición para su correcta ejecución ronda entre los 28 y 33 días.

Desde que Cándido Reguera le sacó del Loro Park de Tenerife, donde trabajaba siendo muy joven como entrenador de las siempre peligrosas orcas, ha dedicado casi tantos esfuerzos al deporte como a la política. De hecho, como sabe la gente que le conoce, ha sido jugador de fútbol aficionado en el difícil puesto de portero, es entrenador titulado, es buzo profesional, jugador ocasional del pádel, esquiador asiduo, acude diariamente al centro de PaleoTraining Punta Mujeres y es un corredor de maratones en carreras por montaña, lo que hoy se conoce como trail. Es alguien que como le definen sus amigos “no para” y necesita constantes retos, aunque alguno de ellos, como es el caso, sea ciertamente peligroso.