Más del 80 por ciento de los lectores de Crónicas, a favor de que se haga ya una Ley de Residencia en Canarias
Más del 80 por ciento de los lectores de este periódico que han participado en las encuestas que plantea este medio han apoyado la opción que se planteaba en estos días sobre la necesidad de crear una Ley de Residencia en Canarias, estando así de acuerdo en la necesidad de articular medidas concretas que limiten la entrada de más personas en un territorio limitado y frágil como es el de las nueve islas habitadas, si además de La Graciosa contamos Lobos.
La medida, que todavía está en pañales por la timorata forma que tienen de aplicar sus propias propuestas electorales los partidos de las Islas, especialmente Coalición Canaria (CC) que lleva varias décadas coqueteando con esta opción sin presionar lo suficiente para llevarla a votación al Parlamento, tiene un fin muy concreto: salvar Canarias. Con 18 millones de turistas que visitaron el Archipiélago el último año y una población que en Islas como Lanzarote se ha duplicado en veinte años y va camino de triplicarse, más que una medida es una necesidad. Así lo creen las miles de personas que han participado en el sondeo de este diario, más de diez mil durante las cuatro semanas que duró esta encuesta especial, la que más tiempo ha estado en Crónicas, que suele tener una periodicidad para sus encuestas semanal o quincenal.
El caso es que la gente lo tiene bastante claro, no se puede seguir creciendo al ritmo que se va, ni en el turismo ni en la población que sigue llegando a las Islas por la llamada de la cantidad de empresas que buscan de forma desesperada personal con el que cubrir los puestos que tienen en estos momentos vacantes, principalmente destinadas a la hostelería y al alojamiento de visitantes. El colapso es tal que en estos instantes se hace casi imposible encontrar una vivienda o hacer planes a futuro sobre lo que van a poder hacer o no las generaciones venideras. No es extraño por tanto que la gente que habita en el Archipiélago, independientemente de su procedencia u origen, quiera que se tomen medidas concretas sobre un territorio frágil, fragmentado y muy limitado ya en el espacio.
El otro asunto importante vinculado con el anterior sobre el que también se preguntaba a los lectores tiene otro resultado ciertamente llamativo.
Cerca del 70 por ciento de los lectores que han participado en la encuesta que se realizó tras la de la Ley de Residencia están convencidos de que es una buena idea limitar la compra de viviendas a los extranjeros no residentes en Canarias. En esta encuesta participaron más de 3.500 personas en la semana que estuvo en el periódico. Y la pregunta vincula a CC con la decisión final porque son los nacionalistas los que lo proponen desde el Gobierno autonómico que comparten con el Partido Popular (PP). En este asunto parecen ir con paso más firme y rápido que con la Ley de Residencia, aunque, como suelen decir los políticos locales cada vez que les preguntan, es un tema delicado que requiere del visto bueno de la Unión Europea (UE).
El problema que se encuentran todos ellos es que estas medidas se tendrían que haber aprobado cuando se plantearon ya hace más de cuarenta años, cuando incluso se llegó a contemplar, como es lógico, en el Estatuto de Autonomía de Canarias esta posibilidad en los primeros años ochenta del pasado siglo.