Este sábado se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el SIDA con actos en la calle, teatro, y centros comerciales

Miedo al estigma

Muchas personas no quieren hacerse las pruebas del SIDA por las implicaciones físicas y emocionales que supone un positivo

Otro día Internacional, esta vez, de lucha contra el Sida. La semana pasada fue el día mundial de la Infancia y el de la Eliminación de la Violencia de Género. Son tantas efemérides que la mayor parte de la población se entera, se pone el lazo correspondiente y se olvida. Pero sólo con que el mensaje llegue a una persona, que reflexione, tome precauciones y se solidarice con la situación de los enfermos de Sida habrá merecido la pena el trabajo y el esfuerzo que Faro Positivo ha empleado en la organización de los actos aparejados a esta fecha.

Francisco Cedrés es el vicepresidente de esta asociación y piensa que algo sí que va cambiando de año en año. Dice que “nosotros intentamos hacer cada vez más cosas en la lucha contra el Sida y este año nos hemos centrado en el tema de la discriminación y el estigma social”. De hecho, dentro de la colaboración que Faro ha hecho con numerosas asociaciones de la Isla, han trabajado codo con codo con el colectivo de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales de Lanzarote, Lánzate, para hacer hincapié en la doble marginación que se hace a los homosexuales que además son portadores del virus. “Queremos agradecer la colaboración de este grupo con los que hemos participado en otras ocasiones anteriores y entendemos que es cierto que la discriminación es doble cuando se es gay y se tiene Sida”.

Todavía no se sabe cómo se transmite

“La gente no se quiere informar de algo tan sencillo como que el VIH no se contagia; se transmite por dos vías muy definidas, la sangre o las relaciones sexuales”, se lamenta. Dice que “si las personas no se molestan en tener la información básica van a seguir aumentando los nuevos casos”. Asevera que “tenemos que estar informados de este asunto como de cualquier otro tema de actualidad porque los datos están ahí; sólo hace falta verlos”.

No es raro que haya gente que no se quiera hacer la prueba del Sida, aún sabiendo que pertenece a un grupo de riesgo. El miedo es libre y el miedo a saber que se tiene esta enfermedad, con lo que supone física y emocionalmente conlleva que muchas personas prefieran seguir en la ignorancia, aunque eso suponga que están poniendo en peligro su vida y la de todos aquellos a los que podrían contagiar. “Por desgracia es así y la mayor parte de la sociedad no se quiere hacer la prueba por miedo a que la gente sepa que tienes una patología de estas características y te estigmaticen”. Cree que “se lo hacen algunos, cuando saben que han tenido prácticas de riesgo pero las estadísticas dicen que la mayoría de los nuevos casos se han detectado en urgencias por otras cosas, no porque la gente hubiera ido a hacerse la prueba”. El problema está en que cuando se descubre, suele ser tarde.

Ignorar a costa de vivir

A veces resulta incomprensible que haya personas que prefieran no saber que se tiene una enfermedad que se puede tratar y con la que se pueden vivir muchos, siempre y cuando se ponga el tratamiento oportuno. Según Cedrés, “no es que la gente no tenga aprecio por la vida, sino que muchos se quedaron con la información que se dio en los ochenta y piensan que a ellos no les va a tocar porque es una cosa de cuatro colectivos discriminaos muy concretos”. Asevera que “a veces ni siquiera es una cuestión de miedo, es que a esa persona no se le ha pasado por la cabeza que le haya podido tocar”.

El mejor ejemplo que pone es de las mujeres y hombres que tienen prácticas sexuales con dos o tres personas al mes sin preservativo y creen que eso no les pone en riesgo, a pesar de que hoy por hoy es la vía de transmisión más habitual.

En cuanto a los jóvenes, muchos tampoco son demasiado conscientes de la existencia de las enfermedades de transmisión sexual. Los que se ponen un preservativo lo hacen fundamentalmente para eliminar la posibilidad de un embarazo no deseado. “Por la experiencia que tengo de cuando damos charlas en los institutos vemos que a los chicos sólo les preocupa lo del embarazo”, asevera.

Más educación en los colegios

Cedrés piensa que no se está sabiendo llegar a los jóvenes a la hora de informarles sobre el Sida. Cree que hace falta más educación en los colegios y que sería conveniente que existiera una asignatura, que podría ser Educación Para la Ciudadanía, que abordara estas cuestiones sin tapujos. Hoy por hoy, Faro Positivo acude cuando pueden a los centros educativos para hacer las campañas de prevención pero no suele darse más de una charla al año, algo que consideran insuficiente. Dice que “una hora por clase al año es muy poco”. Piensa que “si los chicos empiezan a oír hablar de estos temas en edades tempranas, a lo mejor cuando tengan 15 ó 18 años son más conscientes de lo que son ahora”.

Por ello, no se explica que haya padres que no quieran que a sus hijos se les imparta una asignatura como Educación para la Ciudadanía ni que a los adolescentes se les hable de sexo en los colegios e institutos. Comenta que “no te puedo decir lo que pienso de esos padres porque es una barbaridad que a estas alturas del siglo XXI todavía haya gente que piense así”. Aún así, cree que afortunadamente cada vez son menos los casos y que “los padres ya están en una época más moderna y son más conscientes”.

Este sábado va a haber mesas informativas, reparto de lazos rojos y preservativos en la calle Real, centro comercial Arrecife, Eurospar, Deiland, en la puerta del Ayuntamiento de Tías, Biosfera Plaza y calle Limones de Playa Blanca de 9 a 14 horas y las actividades concluirán en el teatro de San Bartolomé con la actuación de diversas agrupaciones folclóricas y lectura de su manifiesto a las 21.30 horas.