El STEC-IC inicia una campaña de recogida de firmas contra la LOE
La organización sindical más representativa en el campo de la educación de toda Canarias, el STEC-Intersindical Canaria, ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa para volver a reivindicar la calidad en el sistema educativo.
El portavoz del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Canarias en Lanzarote, Francisco Morales Arencibia, ha presentado la campaña que el sindicato está realizando por todo el Archipiélago, y que persigue recoger multitud de firmas, cuantas más mejor, que avalen las 116 enmiendas que el sindicato presentó ante el Congreso para modificar la actual Ley Orgánica de Educación, aprobada el pasado 6 de abril.
La idea es presentar estas firmas, a las que cualquier ciudadano puede adherirse en los centros educativos o a través de la web del STEC, ante la Consejería de Educación del Gobierno canario.
Este sindicato ha criticado a el resto de colectivos sociales que aceptaron las condiciones del Ministerio de Educación, en una negociación que creen ha hurtado los derechos de profesores y alumnos.
Como recordaréis, en principio el Senado había aceptado la propuesta de la doble vía de acceso para interinos y sustitutos, pero finalmente la Cámara Baja rechazó la idea de que el acceso a un puesto de profesor se basara hasta en un 45 por ciento en la experiencia docente, junto con dos pruebas, un examen escrito y un ejercicio de memoria didáctica. Es decir, el STEC cree que en el acceso del profesorado los exámenes no deberían ser eliminatorios, y se debería valorar la experiencia laboral.
Con ello, los interinos y sustitutos, unos 6.000 en Canarias y unos 80.000 en todo el territorio español, han venido solicitando el acceso a un puesto de trabajo fijo de manera diferenciada a los nuevos opositores.
Con el lema “25.000 firmas por la educación pública canaria”, Francisco Morales ha destacado todo un decálogo que se incluye en esta campaña cuyos preceptos, según el STEC-Intersindical Canaria, redundarían en una mejor calidad de la educación como servicio público en las Islas.
Entre estos aspectos, destaca la propuesta de aumentar la inversión en la educación pública hasta alcanzar el 7% del Producto Interior Bruto. Según el STEC, la actual Ley de Educación invierte incluso más en los centros privados y la educación privada que en la pública, algo paradójico viniendo de un Ejecutivo central con principios a priori no conservadores.
Se pide también que se rebajen los ratios en todas las etapas educativas, es decir, la proporción del número de alumnos por aulas. Se solicita también una verdadera gestión democrática de los centros educativos, donde critican que la comunidad educativa y el Consejo Escolar se han quedado fuera tras la pérdida de protagonismo del claustro y la poca participación de las familias de alumnos.
El sindicato pide también en su decálogo que se mantengan las escuelas rurales, un aspecto que, como casi todos los anteriores, afecta también de manera directa a Lanzarote. En este sentido, el consejero de Educación del Gobierno autónomo, Isaac Godoy, ha prometido que no se cerrará ninguna de las 18 escuelas rurales existentes en la actualidad, al menos hasta 2008. Esperan también que las sustituciones de profesores interinos se hagan como deben en tiempo y forma, y que otras condiciones laborales del colectivo de la enseñanza terminen con la precariedad actual.
Del mismo modo, reivindican el desarrollo de medidas que logren la integración entre tanta diversidad cultural e idiomática dentro del sistema educativo en las Islas, y la potenciación de la Formación Profesional Específica y de las Enseñanzas No Regladas.
Con este decálogo el sindicato pretende hacer ver que puede estar confundido en su rechazo a la actual Ley de Educación, pero que está totalmente convencido de que una educación mejor sí es posible.