La Policía Local inmovilizó dos vehículos del botellón del sábado y abrió denuncia penal contra sus conductores
La Policía Local de Arrecife tuvo que inmovilizar dos de los vehículos que participaron en el botellón que un grupo de individuos protagonizó el sábado de madrugada y que tuvo que ser disuelto por agentes de la Policía Nacional sobre las ocho de la mañana, tal y como informó este diario en exclusiva.
Después de la actuación de la Policía Nacional llegó el turno de la Local. Sus agentes, también desplazados a la zona, hicieron una función igual de importante, la de controlar que las personas que se subían a los coches que tenían allí aparcados y los conducían lo hicieran en buen estado, para no ponerse en peligro ellos y, en especial, para no poner en peligro a los demás, a esa hora en la que se juntan los borrachos y los madrugadores.
Durante el control que se hizo a los osados que decidieron coger el vehículo se descubrió algo insólito, según han confirmado a Crónicas fuentes policiales: dos de los conductores reventaron el alcoholímetro al dar nada menos que 1,8 en la prueba, lo que supone un delito penal y no una infracción. En ese momento eran ya las nueva de la mañana, y la tasa superaba con creces lo permitido para poder conducir, que es un 0,25 miligramos por litro en aire expirado. Superaba también de forma holgada los 0,60 que se establecen como máximo permitido para que no se convierta en un delito penal, delito con pena de cárcel que va de tres a seis meses.
En ese momento, los agentes de la Policía Local inmovilizaron los dos vehículos y requirieron toda la documentación de los dos conductores ebrios. Para su sorpresa, descubrieron que se trataba de dos personas de origen ecuatoriano que ya tenían antecedentes por este tipo de comportamiento. De hecho, ambos tenían el carnet de conducir retirado, con lo que no deberían haber cogido el coche ni aunque hubieran estado bebiendo toda la noche agua sin gas.