Papelón europeo

Es muy difícil que Europa conceda confianza a un país –España-, gobernado en plan disparate por dos inconscientes como son Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Los platos rotos los ha pagado Nadia Calviño, que es una buena funcionaria europea y una mujer seria, de las pocas personas serias que tiene el Gobierno español. La presidencia del Eurogrupo ha volado y nuestro papelón en Europa es notorio. Además, de ser ciertas las informaciones, en España mama hasta el emérito, que ya es decir, con lo cual la Monarquía parlamentaria hace otro papelón de campeonato. No vivimos buenos tiempos, ni mucho menos. Nuestra moral está por los suelos y el pesimismo lo acrecientan los rebrotes de coronavirus: aquí mucha gente no es capaz de cumplir las normas, ni de enterarse que con su actitud irresponsable pone en peligro su salud y la de los demás. Pintamos poco en Europa, porque nos hemos dedicado a pedir y pedir, en vez de contribuir al fortalecimiento de la Unión. El otro día, Julio Fajardo escribía un artículo espléndido, aquí mismo, explicando los motivos por los cuales Calviño no presidirá ese selecto club europeo. Una oportunidad perdida. No tenemos a muchos españoles ocupando cargos de responsabilidad en la Unión y nos lo hemos ganado a pulso. Visto lo que ha ocurrido en Galicia y en el País Vasco, los partidos que gobiernan España no parecen estar en su mejor momento, así que esperemos pacientemente tiempos mejores, que sinceramente no los veo en el horizonte. Se equivocó Sánchez con su entrega entusiasta a Podemos. Podemos no es nada, ya lo han visto en las elecciones vascas y gallegas. Un grupo de irresponsables que ha echado a los más responsables. Unos snobs descamisados que no tienen nada que ofrecer. Porque ofrecer comunismo a estas alturas no sólo es banal y tontorrón, sino inútil.

Publicado en Diario de Avisos