La política exterior de Trump, nada nuevo

Ahora nos escandalizamos con la política exterior de Trump. Es la misma que ha practicado siempre Estados Unidos, Antes esa política imperialista se enmascaraba con la defensa de la democracia, de la libertad y de los derechos humanos. Hoy Trump se ha quitado la máscara, Pero, siempre ha sido la misma. Podéis constatarlo con lo que escribo a continuación.

George F. Kennan, uno de los brillantes estrategas políticos estadounidenses y representante la escuela realista, ya en 1948, lo expresó muy claro y con contundencia:

“Tenemos cerca del 50% de la riqueza mundial, pero solo el 6,3% de su población… Nuestra verdadera tarea en los próximos tiempos es encontrar una forma de relación que nos permita mantener esta desigualdad de riqueza sin comprometer seriamente nuestra seguridad nacional. Para lograrlo, tendremos que renunciar a todos los sentimentalismos y ensoñaciones; y en todas partes tendremos que concentrar nuestra atención en nuestros propios proyectos nacionales. No debemos engañarnos pensando que hoy podemos permitirnos el lujo del altruismo y la felicidad mundial… Deberíamos dejar de hablar de objetivos vagos -y para el Lejano Oriente- poco realistas como los derechos humanos, la mejora del nivel de vida y la democratización. No está lejos el día en que nuestras acciones deban estar guiadas por un pensamiento de poder sobrio. Cuanto menos nos obstaculicen los eslóganes idealistas, mejor”.

El historiador social estadounidense William A. Willians revela las verdaderas razones de las políticas imperialistas: “El resorte principal de este imperialismo es, y siempre ha sido, la falta de voluntad para vivir dentro de sus posibilidades”.

Todo ese expansionismo de los EEUU por el mundo, que obedece a sus intereses meramente imperialistas lo reflejaré a continuación. Es el país que más guerras ha emprendido en el curso de su historia, el que mantiene el mayor número de tropas fuera de su territorio y el que encabeza, con mucho, las cifras mundiales del gasto en armamento. Un pequeño recordatorio de sus actuaciones en política exterior. Derrocar a Mossadegh para imponer el tirano Reza Pahlavi en Irán; armar a los saudíes en contra de los progresistas árabes; apoyar a las dictaduras fascistas de Franco en España, Salazar en Portugal y de los coroneles en Grecia; usar a los fascistas de Europa occidental para montar el Gladio; apoyar al tirano Batista en Cuba, el apartheid en Sudáfrica, a la Rodesia racista (Zimbabwe); asesinar a Lumumba para imponer al tirano Mobutu; instalar la dictadura de Suharto; apoyar al dictador Pinochet para derrocar a Allende, a los generales asesinos en Argentina, al nazi Stroessner en Paraguay, a los dictadores Banzer en Bolivia y Duvalier en Haití; quitar a Bosch en Santo Domingo y a Zelaya en Honduras; armar a Bin Laden y a los talibanes en Afganistán; financiar y armar a la ‘contra’ en Nicaragua; invadir Granada; financiar a Mubarak en Egipto; apoyar los crímenes de Israel en contra de los palestinos; e invadir Irak... Todo justificado, ya que según Bush II su país ha sido destinado por Dios para realizar una misión histórica. En 2001 con una simpleza rayana en la estupidez dijo: “Me confunde ver que hay tanto malentendido de lo que es nuestro país y que la gente nos pueda odiar... Simplemente no puedo creerlo, porque yo sé cuán buenos somos. Tenemos que explicarnos mejor”.

Por todo lo expuesto, creo que están más que justificadas las palabras siguientes, extraídas del libro de Rainer Mausfeld: ¿Por qué callan los corderos?

“El principal fiscal estadounidense en los juicios de Nuremberg, Robert H. Jackson, declaró en su momento. Que los principios jurídicos desarrollados en Nuremberg eran universalmente válidos y que, por lo tanto, tendrían que utilizarse también como base en futuras evaluaciones jurídicas de los crímenes cometidos por otros Estados, incluido Estados Unidos. Si se tomara en serio está afirmación, entonces, como afirmó Noam Chomsky, todos los presidentes estadounidenses de la posguerra deberían haber sido colgados como criminales de guerra".