Se está poniendo de moda el saludo nazi

Elon Musk en al acto de investidura de Trump fue el primero en hacer el saludo nazi, y  unos días más tarde lo repitió en la Conferencia de Acción Política Conservadora Steve Bannon, el arquitecto del primer mandato del actual presidente de EEUU e ideólogo esencial del trumpismo. En la misma Conferencia hizo el saludo nazi también el actor mexicano Eduardo Verástegui.  Se está poniendo de moda. También intervino, sin sentirse incómodo con este saludo nazi, el presidente de VOX y de la Fundación Disenso, Santiago Abascal, el cual aseguró que “la época de las tinieblas está llegando a su fin, estamos dejando atrás una de las etapas más oscuras del mundo libre”, y anticipó el triunfo del sentido común en todo el mundo tras la victoria de Donald Trump en las elecciones norteamericanas. Por el contrario, Jordan Bardella, presidente del partido extrema derecha francés, Agrupación Nacional, anuló el discurso que tenía programado en la convención de los ultraconservadores en Washington que celebra la llegada al poder de Donald Trump. El líder político señaló que tomó la decisión debido al "gesto nazi" que hizo una persona en la sala donde iba a pronunciarse. Está más que justificada tal decisión. Recordemos la Historia. El 14-7-2022 en una ceremonia liderada por el presidente Emmanuel Macron, la primera ministra Elisabeth Borne y otras autoridades, Francia recordó el 80 aniversario de la redada en el 'Vélodrome d'Hiver', símbolo de las capturas de judíos en París y sus inmediaciones, bajo órdenes de la Alemania nazi, en la Segunda Guerra Mundial. Borne y Macron apuntaron a graves faltas del entonces régimen de Vichy y prometieron que el país seguirá luchando contra ese tipo de odio "donde quiera que se encuentre". El Estado francés fue más allá de los requisitos de los nazis. Entregaron niños. Los mandaron a la muerte. Sus historias nunca nos dejarán, sus palabras están grabadas en los espíritus de la juventud que escuchan esos horribles testimonios (...) Para mantener su honor, nuestro país debe mirar a la cara su historia", aseguró Borne, quien es hija de un sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, en Polonia.

Prosigamos mirando por el retrovisor  la Historia. Muertes estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial. En batalla: 291.557. Otras causas: 113.842 Total en el teatro de operaciones: 405.399. ¿Los más de 74 millones votantes a Trump conocen que los soldados norteamericanos vinieron a Europa a luchar contra el nazismo? Tampoco deberían olvidar los siguientes hechos. Las fuerzas estadounidenses liberaron el campo de concentración de Buchenwald cerca de Weimar, Alemania, el 11 de abril de 1945, unos pocos días después de que los nazis comenzaran a evacuar el campo. El día de la liberación, una organización clandestina de la resistencia formada por prisioneros toma el control de Buchenwald para evitar las atrocidades que puedan cometer los guardias del campo en retirada. Las fuerzas estadounidenses liberaron a más de 20.000 prisioneros en Buchenwald. También los campos principales de Dora-Mittelbau (abril de 1945), Flossenbuerg (abril de 1945), Dachau (abril de 1945) y Mauthausen (mayo de 1945). Aunque los alemanes habían tratado de desocupar los campos de los prisioneros sobrevivientes y esconder toda evidencia de sus crímenes, los soldados aliados se encontraron con miles de cadáveres "apilados como atados de leña" según un soldado estadounidense. Los prisioneros que aún estaban vivos eran esqueletos vivientes. Bill Barrett, un periodista del ejército estadounidense, describió lo que vio en Dachau: "Había algo así como una docena de cuerpos en el sucio vagón de carga, tanto de hombres como de mujeres. Habían pasado tanto tiempo sin alimentos que sus muñecas muertas eran palos de escoba terminados en garras. Eran las víctimas de una dieta de hambre deliberada..."

                A Santiago Abascal y sus votantes les recuerdo una breve pero contundente y trágica página de nuestra Historia. Helen Graham en su libro Breve historia de la guerra civil de Espasa y Calpe, 2006,  nos cuenta que Franco no puso reparos cuando los nazis le propusieron despojar de la condición de prisioneros de guerra a los miles de republicanos españoles que se hallaban en su poder, accediendo así a que fueran enviados de los stalags (campos de prisioneros de guerra) a los campos de concentración. Fue la negativa de Franco a reconocer la nacionalidad española de los prisioneros lo que abrió la vía a la deportación. En efecto, las autoridades nazis anunciaron su política el 25 de septiembre de 1940, durante la visita a Alemania del lugarteniente de Franco, Ramón Serrano Suñer, ministro del Interior ( y en octubre de 1940, también de Asuntos Exteriores) y jefe de la Falange. A partir de entonces los republicanos españoles fueron recluidos en muchos campos de concentración diferentes: Dachau, Oranienburg, Buchenwald, Flossenburg, Ravensbrück, Auschwitz, Bergen-Belsen, Neuengamme y, sobre todo, Mauthausen. Lugares donde murieron alrededor de 10.000 republicanos españoles. Eran españoles.