El pasado fin de semana, el diario El Mundo advertía que en Canarias no había ni una cama libre para pasar la Semana Santa. Está todo ocupado/vendido, pese a la galopante crisis que sufre el sector en las islas, como sabe por aquí abajo casi todo el mundo menos Rita Martín. Este lunes, otro periódico madrileño, El País (no lo llames “prensa estatal”, por tu madre, aunque sea progubernamental o zapaterista hasta el sonrojo), se descolgaba colocando en portada y a cuatro columnas una noticia que en realidad no era tal, sino más de lo mismo que llevamos leyendo desde hace años con una periodicidad que ya tiene mosqueado a más de uno. En ese portadazo de El País, unos ya están viendo una maniobra orquestada en la oscuridad para dañar al turismo insular (otra vez la increíble cantinela), y otros se apuntan a lo de siempre: matar al mensajero. Ya se ha visto antes por aquí cada vez que en los periódicos europeos se ha retratado no más que la lamentable realidad de estos peñascos que se despeñan en el abismo del falso turismo sostenible (otra falsa cantinela, “contradictio in terminis”): los mismos políticos y los ciegos empre-saurios que causan el problema cargan contra quienes lo denuncian. Y ahí seguimos, en mitad de la ceguera.
¿Quieres primicias informativas? Si el lector se compromete a no contársela a nadie, ahí le dejo una en voz baja: estudiantes de Arquitectura de Japón y de por ahí afuera visitan regularmente Lanzarote para tomar nota de lo que no se debe hacer jamás, ni locos ni borrachos ni en broma ni por una apuesta en materia urbanística. Los crímenes cometidos en la costa conejera constituyen el mejor mal ejemplo de la sinrazón y la estupidez depredadora de especuladores y asimilados/adosados a aquéllos.
La única revista femenina española que no insulta a la mujer, Yo Dona, incluye en el número de esta semana un amplio reportaje sobre Lanzarote. Ocho páginas con magníficas fotos de esta pobre islita rica sin gobierno conocido, y un texto firmado por Cristina Aldaz, muy en plan folleto turístico repleto de tópicos... y la típica metedura de pata del periodista peninsular que cree que en unos días puede conocer algo de un territorio que no conocemos ni los que llevamos toda la vida viviendo sobre él: “A bordo de un todoterreno y con la mochila a la espalda, es el momento de buscar las otras maravillas que encierra Lanzarote, obra de César Manrique [sic], su más ilustre hijo y embajador. La primera de ellas, el Mirador del Río, ofrece una panorámica de la isla de La Palma ante la cual uno se queda sin palabras”. A mí también me pasa lo mismo. Y a Marcos Páez, ni les cuento.
Sensu contrario, en plan menos publicitario o de autobombo institucional tipo Fitur, mira lo que cuenta el naturalista Joaquín Araújo en su Diario de Campo, del 14 de marzo de 2007, hace ahora justo un año: “Llego a Lanzarote en un avión de Iberia. Éste lleva el nombre de Águila Imperial y tuve el honor de bautizarlo. Como le comento a la sobrecargo mi condición de padrino de la nave, hago más de la mitad del viaje con los pilotos. Contemplo una vez más casi toda la isla desde el aire. Ya lo hice a bordo de un helicóptero Puma del Ejército en la primavera del 98. Experiencia intensa. (...) Me golpean dos zarpazos: el imponente tráfico aéreo que nos rodea y el de demasiados coches allá abajo, en este pequeño rincón del planeta que creíamos a salvo y que tantas veces pusimos como ejemplo de que era posible un turismo no arrasador. En diez años se ha multiplicado casi por dos el territorio artificial. Compruebo que la encomiable apuesta de César Manrique y de tantos lanzaroteños por conservar el irrepetible valor natural de su isla se tambalea”.
¿También está Araujo metido en la conspiración anti-conejera? ¿Es otro de los confabulados contra el turismo, la economía y el gofio canario? ¿Otro puto traidor a nuestra isla? No tiene pinta, al menos hasta donde uno lo conoce (es decir, hasta uno lo tiene leído), pero cuando los pájaros van contra las escopetas todo surrealismo conspiranoico es posible...
PD: Pese a todo lo dicho hasta aquí, si yo fuera o fuese cargo público u orgánico del PSOE conejero o conejo procuraría no convertirme en abanderado contra las construcciones ilegales y la demolición de los hoteles clandestinos con mil sentencias judiciales en contra... al menos mientras en el municipio de Tías sigan gobernando los correligionarios que ya llevan décadas haciéndolo... y dejando hacer. (de-leon@ya.com).