Vamos a contar verdades. La del PSOE en Lanzarote ha sido, como salta a la vista hasta para el más ciego o sectario, una victoria vicaria. Un triunfo delegado. Una batalla ganada desde arriba y desde fuera, porque desde dentro no sólo no había mimbres sino que los pocos que habían los escondió el partido, como avergonzándose de ellos. A efectos prácticos, la victoria vale lo mismo. Eso por descontado. Pero está claro que prácticamente nadie ha votado por aquí abajo a los que estarán en Madrid haciendo de figurines o figurantes. Incluso sin ser candidato se puede acabar encaramados en la Cámara Alta. En caso de dudas al respecto, pregúntesele a doña María Dolores Luzardo de León (Loly para los amigos y demás personas piadosas), la todavía presidenta de la gestora “duracell” del PP lanzaroteño y parlamentaria regional pepona que ya prepara las maletas para ejercer como senadora por la Comunidad Autónoma o Autómata de Canarias. Chiquita pero escaladora la muchacha de Máguez, como es fama.
El domingo de autos, ese pedazo de escritor que responde a nombre de Javier Marías, después de pedir por eliminación el voto para el PSOE, rajaba contra los abstencionistas en El País Semanal de la mismita jornada electoral (simple casualidad temporal, seguro). El hijo de papá no utiliza argumentos de peso, sólo insultos. Lo más suave que nos llama a los millones de españoles que nos acogimos a la democrática y constitucional abstención es estúpidos. Tanto honor. Viniendo de él, igual es un piropo. Y encima lo hace en la revista oficial del PSOE, el partido que más miedo le tenía a la abstención, pues sabe que ahí estamos muchos de los que en su día y momento votamos por esas mismas siglas, antes de que se convirtiera en una simple o simplona agencia de colocación. Pero que un tipo que escribe con el culo, como el tal Marías (generación de los anglimemos, la inanidad literaria más absoluta), te llame estúpido debe ser buen síntoma. Todo el respeto que me merecía su padre, el filósofo don Julián Marías (que en paz descanse, y al que tantas veces citamos en este modesta tribuna impresa y digital), es el que nunca le tuve a este más ilustre que ilustrado papafrita endiosado, autor de novelas para no verlas... mucho menos leerlas.
No está solo Marías en su arremetida contra los abstencionistas, claro. Aparte de los políticos y los periodistas que ejercen de mera caja de resonancia de aquéllos (a los que hemos rebautizado aquí, tiempo ha, como “perioloristas”), también algunos lectores me han llamado aquí mismo, tanto en el foro digital de este diario como en la dirección de correo que aparece al final de esta tribuna, de todo menos batatero. Lo más suave, lo que me escribe una convicta y confesa estudiante universitaria que me tilda, textualmente, de “antisistema”. Fitetú, que dijo el viejito de isla adentro. Y eso que ni siquiera hacemos bandera del abstencionismo, sino que nos limitamos a pedir un mínimo respeto democrático hacia los millones de ciudadanos hastiados por el mal uso del sistema, y a intentar explicar y hasta dignificar el razonado y razonable (tanto como el que más) voto abstencionista, porque es un voto, les guste o no a los botarates que andan convencidos de que sólo se puede votar metiendo el papelito en la fría urna de cristal.
NOTA AL MARGEN (O NO TAN AL MARGEN): Este martes de resaca post electoral, según bajaba de San Bartolomé hacia Arrecife para ir a la radio, veo alguna gente colocando pequeños cartelitos sobre los cartelones electorales del PSOE, en los que se puede leer la palabra “Gracias”. ¡El martes, dos días después de acabado el ceremonial y el cuento del recuento de votos! ¿No sería mejor dar las gracias a la ciudadanía retirando de una bendita vez esos cartelones que afean y ensucian calles, plazas, muros y farolas? Tengo para mí que eso lo agradecería mucho más hasta el más indiferente de los vecinos de la sucia capital o caos-pital lanzaroteña. Aparte, claro, de que es una teórica obligación moral de todos los partidos la de mandar a la basura todo ese aparataje que sólo parece servir para lo que sirve (ponga el lector lo que crea más oportuno). (de-leon@ya.com).