Lo de ayer, día 1 de mayo por la noche, en el programa de la SEXTA NOCHE, presentado por el "periodista" Iñaki López, sobre las elecciones del 4-M en la Comunidad de Madrid me pareció lamentable. ¡Vaya ejemplo de pluralismo informativo!
De entrada, hago una breve introducción. Hay muchas personas que no tienen ningún problema en encontrarse con su expareja, porque ha habido una separación amistosa. No muchas, muchísimas. Si alguna señora o señorita tiene algún problema para encontrarse con su ex, que no lo haga extensivo a los demás. ¡Qué comentario más ocurrente! Lo que pasa en este tsunami de estupidez y chabacanería es que no solo se tolera que se pueda decir cualquier cosa, aunque sea una estupidez mayúscula, es que encima hace gracia. Especialmente a sus votantes y a los medios afines, en su gran mayoría vendidos a la candidata Isabel Díaz Ayuso (IDA), vía subvención del gobierno de la Comunidad de Madrid.
Lo de ayer en el programa de la SEXTA NOCHE, insisto, presentado por el "periodista" Iñaki López, sobre las elecciones del 4-M en la Comunidad de Madrid me pareció vergonzoso. En un aviso a gente de izquierdas despistados que me argumentan eso te pasa por ver estos programas, a mí no me pasa porque no los veo nunca. ¿Y qué? Que tú no los veas, no significa que otros muchos no los vean. Pues, mira, yo procuro verlos para apercibirme de lo bien que trabajan determinados medios para manipular a la sociedad y así imponer determinado relato. Al respecto me parece oportuno recurrir a Gramsci y su concepto de “hegemonía”. La derecha trabaja muy bien, mucho mejor que la izquierda. La izquierda con ese aíre de prepotencia, está convencida de estar en posesión absoluta de la verdad, y que finalmente se impondrá como la ley de gravedad. Pues no. Para llegar a la gente hay que currárselo. Hay que esforzarse mucho más que la derecha, ya que esta tiene a su disposición los grandes medios de comunicación Como señala Boaventura de Sousa Santos en La tercera carta a las izquierdas, la derecha tiene a su disposición a todos los intelectuales orgánicos del capital financiero, de las asociaciones empresariales, de las instituciones multilaterales, de los think tanks y de los grupos de presión, que le proporcionan a diario datos e interpretaciones que no son siempre faltos de rigor y siempre interpretan la realidad llevando el agua a su molino.
Hecha está la aclaración. A ese programa de la SEXTA NOCHE llevaron a una serie de politólogos, algunos de postín, para comentar las elecciones. Pequeños matices, mas todos en la misma línea. De entrada, se daba por descontado que ganaba IDA, de ahí sus posibles acuerdos con VOX. Vamos, supongo que habrá que esperar los resultados. No, ellos ese resultado, no lo cuestionaban. Cuestionarlo sería ir en contra de toda la avalancha de sondeos electorales encargados por los diferentes medios, que han señalado el triunfo incuestionable de IDA. A continuación, todos los politólogos empezaron a cantar las excelencias de IDA: “ha sabido captar las necesidades de la sociedad madrileña”. “Cuando va por la calle la aplauden a rabiar los madrileños”. “Una concepción de la libertad con un carácter transversal”. “Su frescura y simpatía”. “Ha sabido asumir el cansancio de la pandemia y transmitir ilusión”. Y otras muchas lindezas. Vamos, en definitiva, una nueva Margaret Thatcher y los españoles sin enterarnos. Va a existir a partir de ahora, con la llegada de IDA, un antes y un después. En las Facultades de Sociología y Ciencias Políticas de las universidades más prestigiosas del mundo, ya están estudiando y reflexionando sobre las aportaciones ideológicas de nuestra IDA. Por supuesto, todo el elenco de politólogos se mostraron extraordinariamente respetuosos con VOX. De vez en cuando, alguna invectiva contra Iglesias. Estaba en el guion. A todos esos politólogos les pregunto, ¿cuánto les pagaron para hacer ese relato Pro-IDA y contra la izquierda? Ahora me viene a la memoria una frase de Upton Sinclaire: “Es difícil que un hombre entienda algo cuando su sueldo depende de que no lo entienda”. A ninguno de los egregios politólogos, ni por supuesto al presentador, se les pasó por la cabeza la posibilidad de un triunfo de las izquierdas. Ni tampoco hablar de las enormes pérdidas humanas, proporcionalmente las mayores de España y también en cifras absolutas, por la pandemia en la Comunidad de Madrid. ¿Los recortes en la sanidad pública en años anteriores por los gobiernos del PP en la Comunidad de Madrid no tienen nada que ver con tanta mortandad? ¿Ni tampoco lo que ocurrió en muchas residencias privatizadas en manos de fondos de inversión y de algunos empresarios madrileños, que fueron auténticos cementerios? ¿Ni tampoco los protocolos de la consejería de Sanidad para no llevar a determinados ancianos a los hospitales? Todo esto parece que no tenía ningún interés.
De verdad, es alucinante, surrealista, tragicómico y vergonzoso, además de un ataque frontal a la ética, que esta señora o señorita puede estar al frente de la Comunidad de Madrid. Si ocurre así, es una prueba incuestionable del nivel de degradación de la política en la Comunidad de Madrid. Si una parte importante de la sociedad madrileña decide entregar el gobierno a IDA con los antecedentes expuestos, y además siendo consciente de que deberá contar con el apoyo político de la extrema derecha, allá ella. Supongo que para ella en una balanza es más importante tomar cañas en una terraza y copas hasta altas horas de la madrugada que la terrible mortandad de la pandemia en la Comunidad. Allá ella con su conciencia.