Estimados lectores, admirados lectores, por aquello de que me resulta auténtica valentía en quienes todavía se atreven a leer.
No hay demasiado texto hoy, pues no me apetece desarrollar el Título. La descripción es suficiente. Está por orden temporal.
No son de mi intelecto esas descripciones de un presidente del Gobierno de España que minusvalora a su país y que sólo él se cree lo más Grande.
Son los sobrenombres que le han endilgado periodistas, escritores, intelectuales y columnistas de opinión, en los diversos medios de comunicación españoles. Plagio claro a otros que lo han escrito y han dicho antes.
Me hacía gracia aquella anécdota de Napoleón dentro de su caseta en el campo de batalla. Intentaba poner su propio retrato en la alcayata que le habían colocado demasiado alta para que con su estatura pudiera colocarlo.
De pronto entró uno de sus generales con envergadura física notable, que casi doblaba en altura a la de su emperador, y le descubrió dando saltitos inútiles intentando llegar al clavo donde colgar su foto.
- Déjeme Su Excelencia, déjeme, que yo soy más grande.
- ¡Nooo!, ¡Tú no eres más grande, eres más alto! ¡El Grande soy yo!
Y eso es hoy nuestro presidente del Gobierno en España. Una persona bastante alta y el más grande ignorante, el más grande mentiroso, el más grande corrupto, y el más grande de los cobardes.
Los miembros y las miembras de su gabinete ministerial de cuestionables enanas capacidades intelectuales derrochando su enferma ideología, expanden la epidemia infecciosa de su alto y más ínfimo Líder a una ciudadanía que merece un gobierno que no le mienta.
Ironía de otro líder socialista, que sin ser más alto, resultaba más grande que este actual impostor absurdo: “los españoles merecemos un gobierno que no nos mienta” (Alfredo Pérez Rubalcaba - PSOE).
En el imaginario imparcial, esa expresión debería valer para cualquier gobierno, fuese de la ideología que fuese, pero no se vislumbra esa realidad. Si quien te miente es de los tuyos, la mentira es un cambio de opinión y aunque estés muriendo ahogado en un fango de verdadero asco mentiroso y corrupto, lo más importante es que no gobiernen otros…