Los cien días que habitualmente se les dan a los políticos tras el sufragio universal se agotan, y también se agotan los cien días de los “asesores” que, afortunadamente, no asesoran porque sus capacidades intelectuales están peor que Inalsa, o sea, a cero. Recordemos las capacidades del “Boliche” de “Mr. Error” y una larga pléyade de muchachitos y alguna que otra muchachita que están bien “asesorados” económicamente. Los tales asesores, y algún político del tres al cuarto, empiezan a estar inquietos porque el capítulo de la rumorología que suele ser inconsecuente apunta a temblores, y no de tierra, seísmos de orden político que pudieran hacer saltar algunas sillas y sillones. En este sentido, el “Ladino” está trabajando ahora - (cosa inhabitual) - en menesteres revolucionarios tipo castrista para quitar a uno y ponerse él y sus escualos. No olvidemos las lapidarias manifestaciones de Juan Antonio de la Hoz que definía la política como el arte de empujar a unos para ponerse otros, que igual son tan inútiles o más que los quitados. No se preocupe don Anacleto que en esta oportunidad la cosa no va por ustedes.
SE AGOTAN LOS CIEN DÍAS DE GRACIA
6 de septiembre de 2007, 14:13