El Sargento Alatriste, conocido en los círculos políticos y sociales como el Picudo Rojo, está “alicaído”. No, no es un juego de palabra. Es el reflejo de una realidad. La realidad tiene que ver con el negro futuro que le espera. Ya lo sabe él y lo sabemos todos. Tiene los días contados. No ahora, porque ahora no se puede, más tarde, cuando se consuma el desastre que se avecina. Y es que el Sargento Alatriste se ha empleado tan a fondo en los bajos fondos -perdón, otro juego de palabras-, que ha descuidado los altos fondos, y es ahí, en los altos, donde le van a venir los peores problemas. Dentro de unos días conocerán una espectacular información que va a poner broche de hojalata a esta extraña campaña electoral. Alatriste y sus secuaces serán parte de los protagonistas de la misma. Estén atentos.
