A José Francisco Reyes, todavía alcalde de Yaiza, le empezaron a hacer el ataúd político hace más de cuatro años. Fue el momento en el que unos cuantos, que se metieron de lleno en una campaña político-mediática en su contra, tenían preparadas las botellas de cava para brindar por su muerte, por su muerte política, se entiende. Entonces ganó las elecciones (por poco, hay que decirlo todo), conformó una nueva mayoría absoluta y dejó a sus detractores con tres palmos de narices. Como no se pudo utilizar el ataúd entonces, los mismos volvieron a la carga y lo sacaron ahora. “Esta vez sí”, se dijeron. Pues no, esta vez tampoco. Reyes, en contra de todos los pronósticos, volvió a ganar las elecciones, esta vez sin mayoría absoluta. Con campañas o sin ellas, parece que al final los unos y los otros tendrán que contar con él para garantizar la gobernabilidad del sur. Si finalmente la gente del PIL no convence a Gladys Acuña, que se opone férreamente a pactar con él, será la gente de CC la que lo intentará. Con unos o con otros, la casa se empezará a barrer.
LA CURIOSA HISTORIA DE JOSÉ FRANCISCO REYES
31 de mayo de 2007, 14:27