martes. 29.04.2025

Como estamos en verano (aunque no lo parezca, con este tiempo, y estas lluvias sorpresivas), procuramos ser bastante más suaves de lo normal en esta singular sección del periódico, donde saben que solemos arrear algún que otro zurriagazo a quien lo merece, casi siempre vinculado con el mundo político y económico. Casualidad. El caso es que hay personajes que nos lo ponen a huevo, que se meten en todos los charcos y que parece que se mueren por salir en esta sección. Es el caso de Don Pepa, este mercachifle de tres al cuarto que se erigió un buen día en conciencia colectiva del empresariado local y que va por ahí repartiendo beatificaciones a quien considera oportuno, sin darse cuenta de que su voz tiene la misma autoridad que la del presidente del Real Madrid, ninguna. Por si esto no fuera suficiente, por si no fuera suficiente lo que tuvieron que padecer a este hombre por tierras de Cabo Verde, ahora resulta que se ha metido al burdo negocio del chantaje, de la extorsión pura y dura. Y como es un cobarde, no lo hace directamente, lo hace a través de correveidiles de tres al cuarto que se dejan utilizar como marionetas por un cochino puñado de monedas, lo que desde luego en un futuro no demasiado lejano les colocará en su sitio. Los emisarios de Don Pepa se están dedicando a presionar a determinada clase política para que realice determinados cambios, cambios evidentemente que beneficien a sus espurios intereses. Está claro que no lo van a conseguir, porque los políticos chantajeados nos han garantizado que no tienen intención de moverse un ápice de sus actuales posiciones. Vamos, que están firmes como una roca. Es más, basta que les hayan amenazado para que se hayan dado cuenta de que están haciendo las cosas bien.

DON PEPA, AHORA DE AMENAZAS
Comentarios