Florián Corujo es un político atípico, como lo son muchos de los que se han rozado por nuestras instituciones. Parece que la ambición de este hombre no llega tan lejos como la de la mayoría, que lo único que busca es ocupar sillones para asegurarse importantes sueldos. Algunos, ahora no señalamos a nadie, algo más. Mucha gente se extrañó cuando no vio su nombre en las listas que los independientes presentan a los comicios que están más cerca de lo que algunos creen y más lejos de lo que muchos desearían, sobre todo después de lo que ha peleado en solitario como único concejal del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) tras el tremendo cisma iniciado precisamente en Arrecife. Este jueves lo explicó en la habitual tertulia que se monta en Canal (L). Florián, que no tiene insistimos las ambiciones políticas de la mayoría, decidió que era mejor ceder su puesto a su mujer, Emilia Perdomo, y centrarse en su actividad profesional, la cual ha descuidado un poco precisamente por la política y de la cual ha vivido siempre su familia. Es una lástima que gente tan valiosa como él no esté donde debería estar. Pero así parece que está montado este juego.
