En esta santa casa no nos gusta desear el mal ajeno a nadie, aunque de vez en cuando nos alegramos cuando a aquellos que van sembrando el mal y la ruindad la vida les paga con la misma moneda. Y es que no falla, quien a hierro mata a hierro muerte, el que anda con fuego al final termina quemándose, el tiempo pone a cada uno en su sitio... Así podríamos seguir durante un rato, y es que el refranero es un formidable ejemplo de una verdad que se repite desde que el mundo es mundo y desde que el hombre tenía en su poder el eslabón perdido. Y hablando de eslabones y de uniones, nos dicen que hay un dúo, parecido al Dúo Sacapuntas por eso de la altura, que últimamente anda un poco a la gresca. Se trata de Chindasvinto y el Peta, cuya fraternal alianza está pasando por momentos duros y difíciles. Chindasvinto, que es un usurero de tres al cuarto al que única y exclusivamente le mueve en esta vida la ambición y su firme deseo de vivir bien sin dar un palo al agua a costa de quien sea, tira para un lado de la cuerda, con fuerza, mientras que el Peta lo hace para el otro. Una de dos, o se arreglan y continúan juntos con sus maquiavélicas ruindades, o alguno terminará cayendo. ¿Por quién apuestan?
