24 de mayo de 2007, 14:40
Nos cuentan los que saben de estas cosas que el Sargento Alatriste está bastante hecho polvo. De hecho, se le puede ver estos días muy demacrado, dando tumbos por aquí y por ahí. La razón es que no le salen las cuentas que había hecho cuando pensaba que era el rey del mundo. Ahora, cuando le están pidiendo resultados, llegan los lamentos, porque Alatriste no ha sabido cumplir con la confianza que habían depositado en él. Y miren que en medios como este advertimos seriamente de la inoperancia e ineficacia de este sujeto, quien, al margen de hacer alguna que otra o con algún que otro canuto, no hace demasiado. Es más, le gusta poco el trabajo.
