La verdad es que estamos más que satisfechos por muchas de las cosas que han pasado después de las votaciones del pasado domingo. Otras, como el elevadísimo índice de abstención, no nos han gustado nada. Estamos contentos, por ejemplo, porque algún Chivato, uno concretamente que circunda los aledaños batateriles por antonomasia, se ha pegado un tremendo castañazo. Y es que, queridos amigos, la gente no es boba, y sabe en todo momento quién es quién. Este Chivato, profesional de la estupidez, correveidile sin conocimiento, se ha estrellado contra su propia ignorancia. Creyó el muy ingenuo que con sus recaditos iba a conseguir algo. Lo que ha conseguido es enterrarse él y enterrar a los que tuvieron la desgracia de ir con él. Otro día les contamos más sobre este siniestro personaje, que tiene sublevados a sus feligreses, porque el parroquiano también cree en Dios. Por cierto, para prevenir posibles comentarios de interesados cantamañanas, antes de hablar de resultados electorales y de posibles gafes, antes de echarse flores inmerecidas y lanzar basura contra los demás, repasen realmente las tablas, piensen quién es quién, dónde está cada quién y dónde ha salido cada quién. A buen entendedor.
LOS CHIVATOS CREEN EN DIOS
1 de junio de 2007, 14:28