Ya saben nuestros lectores más avanzados en esto de la actualidad informativa que Domingo González Arroyo fue nuevamente noticia este miércoles por su particular victoria sobre José Manuel Soria, el presidente -algunos dicen que de momento- del Partido Popular (PP) en Canarias. Finalmente, las instrucciones cursadas desde Génova para evitar a toda costa la ruptura en el PP surtieron efecto, de tal forma que Soria y González Arroyo se repartirán la designación de candidatos, y mientras la regional domina la lista al Parlamento, la insular controla el Cabildo y los ayuntamientos. Vamos, el único acuerdo que el Marqués estaba dispuesto a aceptar, tal y como les venimos contando -papanatas y papanatadas al margen- desde hace mucho tiempo. El caso es que nuestro amigo Domingo González Arroyo tiene previsto venir este fin de semana a Lanzarote, su tierra natal. No, que nadie se asuste, no viene nuevamente para salvarle el culo a Cándido Reguera, ni siquiera para atender la llamada del Cojitranco o del Perurena. No, viene a descansar, y de paso, si el tiempo y la circunstancias se lo permiten, a reunirse con un par de buenos amigos. Será con estos amigos con los que hablará de política. Ya les explicaremos de qué tipo de política. Por supuesto, política de futuro.
