Ustedes, nuestros estimados lectores, saben que uno de los mejores negociadores de la historia (al menos así nos lo han contado) fue Judas Iscariote. El tolete este fue capaz de vender a Jesús por 30 monedas de plata, o, como diría Cantinflas, “por 30 cochinos dólares”. Luego, por los remordimientos, se terminó suicidando. Este anticipo nos sirve para advertirles, para pedirles que tengan cuidado, porque nos han asegurado que Iscariote (es una versión más moderna del traidor) está intentando hacer negocios de la más variada índole en Lanzarote. Este nuevo Judas está dispuesto a venderlo todo con tal de seguir a flote, con tal de que no se hunda él y lo que a él le interesa, rompiendo cualquier papel mal firmado. Si no lo entienden ahora, no se preocupen, ya lo entenderán más adelante.
