Mientras todo esto sucedía, varios lectores nos avisaban de una cuestión en la que nosotros no habíamos caído hasta ahora. Los socialistas literalmente han echado a Carlos Espino a los leones. Probablemente conscientes de su escaso o nulo índice de popularidad (del uno al diez lo podemos situar en dos siendo generosos), determinaron que era la persona idónea para dar la cara en este asunto y llevarse todos los sopapos, acompañado eso sí por un Miguel González que ni pincha ni corta en los puestos de salida de las elecciones, que es lo que obsesiona en estos momentos a casi todos los partidos. Mientras Carlos Espino se lleva todos los palos, hay alguien que sale de rositas, alguien que participó directamente en esta historia. Nos estamos refiriendo claro está al secretario general de la formación, don Manuel, quien tiene tanta o más culpa que el señor Espino en lo ocurrido. Por tanto, no parece justo que vayan todos los palos dirigidos al mismo sitio. Espino no actuó solo, y como dijo Miguel González, contó con el apoyo incondicional del partido. Su máximo responsable es don Manuel, que es quien también tendría que haber dado la cara. Tal vez no lo han hecho para no perjudicar su candidatura al Parlamento. O tal vez no.
¿QUÉ PASA CON DON MANUEL?
10 de mayo de 2007, 14:02