Nos han contado que en algunos partidos ya se están repartiendo cargos públicos. Es tanta la confianza que tienen en que van a ganar las elecciones, que incluso le han hecho promesa pública a alguno de sus militantes de que estarán en este o en aquel puesto. La verdad es lo que popularmente se conoce como vender la piel del oso antes de cazarlo. No es que tengamos nada en contra del optimismo de estos partidos, lo que pasa es que somos realistas. Y la realidad confirma que las elecciones locales y autonómicas de mayo se presentan más apretadas y discutidas que nunca. Por eso parece complicado que la gente ya dé por hecho que va a gobernar. Lo más prudente, lo más sensato y lo más lógico sería esperar no sólo a lo que decanten las urnas sino a los pactos de después. Mientras, los repartidores y asignadores de cargos que sigan haciendo su trabajo. Imaginamos que tendrá algún tipo de función, como la de jalear a la tropa ahora que se acercan tiempos difíciles.
REPARTO DE CARGOS
7 de mayo de 2007, 15:27