Este martes, plagado de noticias como es habitual en esta tierra en verano, el Ayuntamiento de Arrecife nos informaba de que ha detectado que en los últimos días se está produciendo entre los pequeños comerciantes de la ciudad una estafa. En concreto, se trata de unos timadores que se hacen pasar por trabajadores de la Concejalía de Sanidad de esta corporación municipal, que llaman a los pequeños comercios como si fuera la Concejalía de Sanidad ofreciéndoles una placa conmemorativa del Ayuntamiento por llevar una buena conducta en su comercio. A cambio, los propietarios de estas tiendas deben ingresar en un número de cuenta corriente que los timadores facilitan la cantidad de 300 euros. Dicho esto, nosotros tenemos que añadir que lo de los timos no es nuevo, y tampoco en el sector comercial. De hecho, conocemos a un empresario que es un timador profesional, que se dedica un día sí y otro también a estafar a todo el mundo, o al menos a intentarlo. Es además de los que va siempre dando lecciones a todo el mundo, lecciones de la honestidad que no tiene. Dicen que quiere escalar en el escalafón. Esperemos que no sea así, por el bien del empresariado de Lanzarote.
