Esta semana hemos dado como noticia algo de lo que se venía hablando desde hace tiempo, la venta del supermercado Vivó al grupo empresarial que regenta la cadena de Hiperdino en Canarias. Durante mucho tiempo se negó el asunto, sobre todo porque no estaba claro. Ahora la operación está prácticamente cerrada. A través de nuestra edición digital nos damos cuenta del interés real que tienen los asuntos, controlando el número de visitas a cada página. El caso de la noticia del supermercado Vivó ha sido realmente espectacular. Han sido miles las personas que se han interesado por el asunto, y unas cuantas las que han entrado a debatir sobre un tema que nos preocupa a todos los que vivimos aquí, la cesta de la compra. Con la desaparición de Vivó se termina un ciclo empresarial liderado por un hombre al que en esta casa apreciamos mucho, un empresario ejemplar, una persona excelente. Nos estamos refiriendo a Juan Guerra, un referente para las nuevas generaciones que quieren abrirse camino en el difícil mundo de la economía, un hombre que marcó una pauta de honestidad y de decencia, la misma honestidad y decencia con la que guió el camino de sus negocios. No podemos reprocharle que deje el establecimiento en manos de Hiperdino, porque sabemos que la oferta que le han hecho es imposible de rechazar. Sabemos además que sus hijos han orientado sus carreras profesionales por otros derroteros, con lo que el bueno de Juan casi no tenía otro remedio. Esperemos que con la llegada de la nueva cadena se mantenga el espíritu de Vivó, un establecimiento en el que imperaba la calidad y la atención al cliente por encima de cualquier otra cosa. Esperemos sobre todo que se respete a su magnífico personal, una de las mejores plantillas de la Isla. Estamos seguros, conociendo como conocemos a Juan Guerra, que todo irá bien.
